La incorporación de Felipe Caicedo, que aterrizó el míercoles en Valencia para se presentado este jueves (13:00 horas), es todo un lujo para el Levante. El ecuatoriano no es campeón del mundo y sus cifras goleadoras no son un escándalo, pero tiene cualidades para convertirse en la pieza que saque de más de un apuro al equipo de Luis García. Un refuerzo de última hora con muy buena pinta. En Valencia aterriza falto ritmo, lo mejor llegará en unas semanas, cuando ponga a punto su velocidad y conjunción.

Caicedo no es cualquier cosa, considerado uno de los jóvenes talentos con más proyección del panorama futbolístico, su nombre empezó a sonar con fuerza durante el Sudamericano Sub' 20 de Paraguay (2007), donde se mostró como un delantero de gran envergadura física, poderosa zancada, rápidos y elegantes movimientos, técnicamente bien dotado, capaz de desengancharse del área para generar fútbol, matar con sus diagonales o romper en el área a base de paredes. Zurdo y con una potencia descomunal, su estructura y estilo de juego recordaban a las del primer Adriano. Para entonces ya había dejado detalles buenísimos en el FC Basel. En Basilea tuvo momentos muy buenos, nadie podría con él: recibía de espaldas en el borde del área, controlaba, imponía su envergadura para proteger el balón, te liquidaba con un giro y gol. Así de sencillo. Tenía sólo 18 años y resultaba devastador para las defensas por su capacidad para mantener la pelota en los sectores clave y arrancar; incluso le comparaban con Weah. Seguramente porque se trataba de la liga suiza, no había que volverse loco. La realidad, cuatro años después de aquello, es que Felipao es mucho menos de lo esperado. En enero de 2008 fue traspasado al Manchester City por diez millones. Media Europa entró en la puja por sus servicios. Aquella operación fue la más cara con un ecuatoriano de por medio, hasta que Luis Antonio Valencia firmó (30 millones de euros) por el Manchester United. Ambos están considerados como los líderes para el presente y el futuro de Ecuador junto a Jefferson Montero, Cristian Benítez, Michael Arroyo o Noboa. Un asunto —el combinado nacional— con el que tiene una deuda pendiente, pese a estar presente en la última Copa América. Quizá llegó en mal momento al City: mucho dinero, muchas estrellas y poco espacio para un atacante tan joven. Sus primeros meses fueron baldíos, no fue hasta el curso siguiente (2008/09) cuando dejó sus primeros detalles gracias a la poquita continuidad que le ofreció Mark Hughes: estreno goleador en la UEFA ante el Racing, taconazo ante el West Brom, doblete ante el Hull... también mojó ante Blackburn, Aalborg, Hamburgo y Bolton. Señales esperanzadoras cortadas de raiz por los fichajes de Santa Cruz, Adebayor y Tévez.

Paulo Bento le ofreció la oportunidad de lucirse en el Sporting de Portugal, pero a los dos meses el entrenador ya no estaba. Todo se torció en Lisboa, lesión incluida. La cesión se interrumpió en enero, cuando llegó la llamada del Málaga; no tardó en convertirse en referencia del ataque de Muñiz; sus goles ante Racing, Osasuna y Sporting se tradujeron en puntos y dejó La Rosaleda por la puerta grande: salvación y taconazo de lujo para el gol de Duda ante el Real Madrid en la última jornada.

DETALLES

El sexto ecuatoriano

Es el sexto futbolista ecuatoriano que viene a un equipo español tras Kaviedes, Hurtado, Guerrón, Valencia y Jefferson Montero. Todo Ecuador estará pendiente de él.

Fundación ´Felipao´

Caicedo comanda una organización que tiene como objetivo ayudar y favorecer a los más necesitados de Ecuador. El objetivo es que todos los niños tengan una infancia digna y feliz. Un proyecto apasionante en pleno proceso de desarrollo.

Confundido con un ladrón

Hace algo más de un año el jugador fue confundido en Guayaquil con un ladrón. El dueño de un local sospechó de su aspecto y su color de piel y llamó a la policía.

Una carrera de ´reality´

Un reality show forjó la carrera como futbolista de Caicedo. El programa en cuestión se llamaba 'Camino a la Gloria' y el premio fue pasar cuatro meses en la escuela del Boca Juniors. El delantero fue uno de los seis jugadores que ganaron una beca en un gran equipo, aunque luego tuvo que regresar a Ecuador. Formado en el Rocafuerte FC, siempre destacó por su fuerza, capacidad de remate y juego aéreo. En Ecuador fue internacional en todas las categorías y fue después de un campeonato Sub´ 17 cuando el Basel pudo captarlo, no debutó con el primer equipo hasta dos años después, pero su nombre quedó en las agendas de clubes como Fiorentina, Milan o Lyon. Siendo un juvenil fue llamado para entrenar con la absoluta y no tardó en convertirse en uno de los más jóvenes en debutar con Ecuador.