El estreno del Levante en la temporada 2010/2011 ante el Sevilla no sólo significó el regreso oficial del conjunto azulgrana a la Liga BBVA. También fue la confirmación de que su técnico, Luis García, es uno de lo más longevos en la historia de la entidad granota, con el inicio de su tercer curso en Orriols, en cuanto a temporadas seguidas al frente del primer equipo se refiere.

Muy pocos entrenadores, sólo cuatro, han podido empezar, en los cien años de historia del Levante UD, una tercera campaña consecutiva dirigiendo la ´nave´ granota. Y ninguno si nos atenemos a la hitoria moderna de la entidad, a partir de mediados de los años 60, hasta la llegada de Luis García.

La continuidad del madrileño en el banquillo es sinónimo no sólo de su buena labor, con el ascenso a la máxima categoría en uno de los periodos más complicados económicamente de la entidad; también es fruto de la filosofía de trabajar con paciencia y de estabilidad deportiva que ha implantado en los últimos años la directiva de Quico Catalán.

La inestabilidad y los ´banquillos calientes´ tuvieron su punto más álgido en la época de Pedro Villarroel, pero las estadísticas demuestran que los vaivenes han sido la nota predominante en el último medio siglo.

Hubo un tiempo, sin embargo,en que los técnicos disfrutaron de periodos más largos. El mayor referente de longevidad en el banquillo levantinista es Juanito Puig. Éste preparador es considerado como el personaje más importante futbolísticamente del primer tercio de la historia del club de Orriols. Un hombre identificado plenamente con la entidad y la tierra en que creció, como jugador en el antiguo Levante FC. Miembro de la rama más marinera del club, que tras la guerra civil acabaría fusionado con el Gimnástico, empezó a jugar en 1918 en el primer equipo. Fue un mediocentro que terminaría jugando de defensa y, a patir de 1934, haciendo la funciones de jugador-entrenador.

Esos años coinciden con los mejores momentos de la historia de la entidad hasta ese momento. El Levante es campeón en el torneo Súper Regional Valencia-Murcia-Andalucía que le valió para disputar la Copa del Rey con un más que digno papel. Arribó a las semifinales tras apear a Valencia y Barcelona, pero cayó ante el Sabadell.

Durante estos años dorados, el equipo de Juanito Puig lograría la Copa de la República en 1937 –sin reconocer aún por la Federación–, haciendo la doble función de técnico y jugador de campo. Sus años al mando del equipo no terminaron con la fase final de la guerra (1936-39), donde se interrumpió la dinámica futbolística en el último periodo. Al acabar la contienda, el Levante CF se fusionó con el Gimnástico. El campo del Camino Hondo del Grao había quedado destruido por la guerra, mientras que el Gimnástico había perdido muchos jugadores durante el conflicto armado, pero su campo de Vallejo seguía en pie. Primero con el UDLG, y a partir de 1941 con el ya llamado Levante UD, la personalidad y el estilo de juego de Puig se mantuvieron con las directrices del técnico, que dio el relevo a Redó en el curso 1942/1943.

Las crónicas de la época hablan de un aténtico equipazo. Veteranos jugadores del Levante con buenos complementos del Gimnástico que rozaron el primer ascenso a Primera División, algo para lo que el levantinismo tendría que esparar dos décadas más.

Época de estabilidad

Eran tiempos de estabilidad en cuanto a los inquilinos del banquillo se refiere. También de buenos resultados deportivos. Buena prueba de ello es que apenas unos años después, otro técnico, Guillermo Villagrà, pasaría a la historia por ser otro de los técnicos con más temporadas dirigiendo al Levante. Lejos de los ocho años de Juanito Puig, pero sus tres temporadas no han sido superadas, más de 60 años después por ningún preparador azulgrana. Luis García tiene la opción de lograrlo si continúa al frente del plantel el próximo verano.

A quien más cerca tiene el actual técnico granota de superar en tiempo es a Rogelio Santiago ´Lelé´. El que fue en su día jugador del Valencia CF y a punto estuvo de firmar como futbolista en en Levante UD, entrenó a los de Vallejo, antiguo campo de los azulgrana en las campañas 60-61, 61-62 y parte de la 62-63, la que a la postre sería la del primer ascenso a la élite.

El destino y una interesante propuesta del entonces llamado Coruña propició que Lelé dejará al equipo granota durante las navidades para dirigir a los gallegos en Primera División. Nadie se podía imaginar que al final del campeonato regular, el técnico se las vería con su antiguo equipo en la promoción de ascenso de los azulgrana, y por evitar el descenso los blanquiazules. El Levante dirigido por la dupla Balaguer-Quique, que se había hecho cargo del plantel, superaba en la eliminatoria al Coruña –como también hizo en la Copa– y subía a Primera. Desde entonces, hasta este año, ningún entrenador había estado tanto tiempo consecutivo al frente del equipo. Otros como Navarro, en entre los años 60 y 70; Pachín, al filo de la década de los 80; Pepe Martínez, finales de los 80 y principios de los 90; y Pepe Balaguer, más recientemente, cumplieron tres o más temporadas, pero en años salteados.

Sólo ocho antes del madrileño

El levantinismo disfruta de su sexta temporada en la Liga BBVA. Antes de Luis, ocho entrenadores tuvieron la oportunidad de dirigir al equipo en la élite. El primero fue Quique, en el curso 63/64, y el año siguiente Orizaola, al que relevó el propio Quique. Cuatro décadas después, Schuster tomaba el testigo, 2004/05, aunque fue Oltra quien terminó la temporada. Con el regreso a Primera, en la 2006/07, López Caro fue el elegido, aunque Abel Resino fue quien selló la salvación. Ni el toledano, ni De Biassi ni José Angel frenaron la caída al siguiente año.