Miguel Pérez estará de vuelta en dos meses. El futbolista granota se sometió el viernes a una intervención para eliminar el edema que le producía dolor en una vieja cicatriz que tenía en su gemelo derecho y, una vez vista la lesión y tras haber limpiado toda la zona minuciosamente, los servicios médicos del club son optimistas y confían en que el madrileño acorte al máximo los plazos de recuperación.

Poco después de la una del medio día llegó el jugador a la clínica Quirón de Valencia donde tuvo lugar la intervención —el doctor Nacho Nebot fue el encargado de llevarla a cabo— y a las cuatro en punto entraba en quirófano. Allí, con anestesia epidural y siendo consciente en todo momento del proceso de la intervención, el futbolista estuvo por espacio de 45 minutos y a las cinco de la tarde era devuelto a planta.

Como una rotura

Tras abrir y detectar la cicatriz se pudo comprobar in situ que la zona dañada era considerable y eso es lo que ha hecho que el tiempo de recuperación, al final, sea equiparable a una rotura muscular fuerte puesto que al final lo que se ha hecho es limpiar la zona y para ello se rompen fibras del músculo aunque, en lugar de hacerlo de forma traumática como sucede en cualquier lesión, se hace de forma controlada en la cirugía.

El futbolista se mostró tranquilo y animado tanto antes como durante y después de la intervención hasta el punto de que cuando tras la limpieza se le suturaba la cicatriz, se permitió el lujo de bromear junto a los médicos mientras tarareaba una de las tonadillas que habitualmente entona la grada del Ciutat de Valencia durante los partidos en casa.

El jugador, tras recibir el alta, iniciará en breve los trabajos de recuperación y debe ir incorporándose progresivamente al grupo. De hecho en un mes podría estar haciendo ya trabajo de campo aunque a tope no estará hasta dentro de dos meses.