El ex futbolista brasileño Romario de Souza Faría, candidato a diputado federal en las elecciones del próximo octubre, quiere dar el salto del deporte a la política para, según dice, ayudar a los niños y jóvenes que más lo necesiten.

En las filas del Partido Socialista Brasileiro (PSB), Romario se basa en su propia historia para defender su programa electoral, desde su infancia en las favelas de Río de Janeiro hasta la experiencia de ser padre de una niña con Síndrome de Down.

En ese sentido, el ex futbolista asegura que sus objetivos en política son "simples y muy claros": utilizar el deporte como una herramienta de integración social e invertir más recursos en la educación de niños con necesidades especiales.

"Llegué a la conclusión de que la única forma que tenía de ayudar a la gente era entrar en la política", declaró hoy en un acto de campaña en Petrópolis, ciudad situada a 66 kilómetros de Río de Janeiro.

Romario llegó de mañana a Petrópolis dispuesto a realizar uno más de sus "paseos electorales" en el estado de Río de Janeiro, en los que el aspirante a político se da un baño de masas y habla con la gente sobre sus propuestas.

Rodeado de banderas con su número electoral y bajo la consigna "Ele é o cara" ("El es el mejor"), decenas de personas se acercaban para ver al ídolo de la selección brasileña en el Mundial de 1994 y pedirle un autógrafo al llamado "Baixinho" (Bajito).

Sin ningún reparo, Romario daba la mano a la gente, se hacía fotos con ellos, firmaba autógrafos en camisetas de la Canarinha y besaba a niños que, demasiado pequeños para reconocer sus grandezas deportivas, eran arrastrados por sus padres para ser tocados por él.

Consciente de que es uno de los grandes ídolos deportivos brasileños, Romario pretende convertir el deporte en un elemento reformador de la sociedad, especialmente en las favelas y barrios más pobres, y conseguir así que sigan en la escuela.

"Yo viví ocho años en una favela de Río de Janeiro y sé por lo que esos niños y jóvenes están pasando", apuntó.

Uno de los momentos más emotivos del "paseo electoral" fue cuando, en medio del tumulto, Romario se acercó a saludar a una mujer y a su hijo, un niño deficiente que iba en silla de ruedas.

Visiblemente emocionado, el ex delantero abrazó al niño y dio ánimos a su madre, diciéndole que respetaba mucho su tarea porque él mismo sabía lo duro que era criar a un niño discapacitado.

"Yo tengo la suerte de poder darle una vida mejor a mi hija, pero la mayoría de familias no tienen los recursos para tratar a estos niños", denunció Romario, quien aseguró que el hecho de ser padre fue uno de los motivos que le hicieron entrar en política.

La hija menor del ex futbolista, Ivy, nació en 2005 y es portadora de Síndrome de Down, razón por la cual el ex futbolista se ha involucrado en varias iniciativas y organizaciones de familias cuyos hijos sufren ese transtorno genético.

Romario reconoció que, si sale electo como diputado federal, tendrá "muchas más facilidades" para impulsar políticas de ayudas a familias con niños portadores de necesidades especiales.

A doce días de los comicios, que se celebrarán el próximo 3 de octubre, Romario tiene casi garantizada su entrada en la vida pública con el PSB, partido que apoya la candidatura de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), apadrinada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Según una reciente encuesta divulgada por la consultora Datafolha, Romario es uno de los candidatos que, por la intención de voto, ya tendría asegurado un escaño en la Cámara de Diputados, junto con del payaso Tiririca, personaje televisivo que aspira al mismo cargo por el estado de Sao Paulo.