Bastantes cosas han cambiado desde la última vez que la plantilla hizo piña en una comida de hermandad. La más evidente es la situación deportiva. En ´la conjura de Torrent´, la manada de Luis García estaba en depresión tras cerrar la primera vuelta con la cuarta derrota consecutiva. Cuatro días después, en el Sánchez Pizjuán, la crisis se agudizó más. Pero este cónclave, y la terapia de grupo de la semana posterior al desastre de Nervión, fueron determinantes para voltear el guión radicalmente.

Ayer fue más artesanal, en ´El Raconet´ de Raimon, un santuario para el levantinismo. Cuerpo técnico, jugadores, empleados y una representación del Consejo de Administración degustaron dos sabrosas paellas —el cocinero fue el padre del preparador físico Estanis Asensi— y unieron fuerzas, si aún cabe más, para que la racha de buenos resultados siga en un campo donde ni un equipo ha vuelto a casa con recompensa. El Real Madrid ha ganado los once encuentros que ha disputado en el Bernabéu. Pero el Levante le ha birlado un empate —el 0-0 en Liga en el Ciutat de Valencia— y el triunfo en el trámite de la vuelta de Copa.

Quien no cambió fue Wellington Silva. Si en ´La Casona del Peregrino´ no estuvo porque le pidió permiso a Luis García, que se lo concedió, para poder asentarse en su piso en Valencia tras el ajetreo de sus primeros días en su aventura en Valencia, ayer, simplemente, se despistó. Y eso que la hora y el lugar estaban apuntados en el tablón del vestuario de la Ciudad Deportiva de Buñol. Jefferson Montero le reclamó mediante la vía más accesible para ´WSilva´, el ´Twitter´, pero el brasileño no apareció. «Welli estamos en el estadio, en la paella, te estamos esperando», le escribió en un ´tweet´.

Una historia diferente

Aunque ha pasado tiempo, el vestuario no olvida el 8-0 de Copa del Rey. Los jugadores lo tienen claro: el Levante mostrará otra versión.

Felipe Caicedo aseguró que viajan a Madrid «con rabia» por aquel ridículo de enero y apuntó que el resultado «será diferente». «Es un partido de Liga, es otra cosa distinta y seguro que el resultado no se va a repetir. Esta vez va a ser muy diferente a lo que vivimos en Copa. Tenemos que ir con aquella rabia, que no se olvida, del 8-0», apuntó. Además Caicedo reconoció que los cánticos de ´A Segunda´ que le dedicó parte de la grada del Santiago Bernabéu en aquel envite al conjunto granota «te hacen reflexionar y te da cierto malestar», aunque puntualizó también que será un «partido lindo de jugar contra uno de los mejores del mundo».

´Felipao´ considera que la ausencia de Casillas es una buena noticia. «No tener al mejor arquero del mundo puede ser una ventaja, no sólo me viene bien a mí, también al resto de delanteros, a todo el equipo. Además la figura de Casillas es importante por todo el liderazgo que ofrece al resto de sus compañeros», expresó. Por último, el ecuatoriano no lo dudó ni un segundo al catalogar a Messi como el mejor jugador del mundo por delante de Cristiano Ronaldo. «Yo soy de Messi», sentenció. Felipe no olvida que en aquel encuentro de Copa decidió forzar y el riesgo le jugó una mala pasada. Ahora está a pleno rendimiento. Sus goles están valiendo muchos puntos.