Casi al mismo tiempo en que el plantel barcelonista viajaba ayer a Leverkusen, representantes del club culé y del Athletic se reunían en la sede de la Federación Española de Las Rozas para hablar de la sede de la final de Copa del Rey del próximo mes de mayo. Del encuentro, las partes sólo sacaron en claro que la elección del escenario está más fría en estos momentos que el ambiente que encontrarán los pupilos de Pep Guardiola esta noche ante el Bayer Leverkusen en su encuentro de Liga de Campeones.

A la reunión en Madrid acudieron el presidente del Athletic, Josu Urrutia, el director general del Barcelona, Antoni Rosich, y el secretario y portavoz de la directiva azulgrana, Toni Freixa. La postura de las dos entidades, así como de la propia Federación, está clara: la final se debería jugar en el Santiago Bernabéu, pero el problema radica en que Florentino Pérez, presidente del club merengue, no está por la labor de prestar el coliseo blanco para la cita. Tanto los 'leones' como los culés consideran que el estadio de Chamartín es el ideal para el partido del 25 de mayo —el 20 si el Barcelona no juega la final de la Liga de Campeones— por su capacidad, 85.500 espectadores, las comunicaciones y la distancia para ambas aficiones, además de la oferta hotelera para recibir a decenas de miles de personas. Los dos clubes le han dado un plazo a la Federación de diez días para que convenza o fuerce al Real Madrid a ceder el terreno de juego, pero ante tanta incertidumbre coge fuerza nuevamente la alternativa de Mestalla.

Desde el club blanco no ha habido hasta ahora respuesta oficial, pero desde el entorno se ha trasladado su negativa argumentando unas obras que se deben realizar por esas fechas. También se aduce una hipotética celebración si el Real Madrid lograra levantar la ´Décima´ el día 19, con lo que al día siguiente organizarían festejos en su estadio. En el fondo de la cuestión está, sin embargo, el hecho de que el madridismo, como dejó claro la grada durante el partido ante el Levante, no quiere posibles celebraciones del Barça en su recinto, además del recuerdo de la negativa del club catalán en 2004 a ceder el Camp Nou para la final que disputaron los blancos ante el Zaragoza, que se tuvo que disputó en Montjuïc. Una choque de mal recuerdo para el club madrileño por su derrota (3-2) cuando partían como favoritos.

Si finalmente Florentino Pérez no da el visto bueno a las pretensiones de los finalistas, como parece que sucederá, el escenario elegido sería Mestalla, que reeditaría así la final de 2009. El Valencia es el único club que ha solicitado formalmente albergar la final, como reconocieron ayer fuentes de la propia Federación, por lo que gana fuerza frente a la opción de La Cartuja, con capacidad para 64.000 espectadores, pero que no convence a las partes, por el terreno de juego y por la distancia. Además, en el recinto sevillano hay programado un concierto de Bruce Springsteen para el día 13 de mayo, lo que dejaría poco margen de tiempo para acondicionar el estadio. «No podemos imponer al Real Madrid que la sede de la final de Copa sea el Bernabéu», señaló el portavoz de la Federación Jorge Carretero. «Si no se puede jugar en el Bernabéu la solución sería Mestalla. Reúne unas condiciones magníficas y la solución está sobre la mesa», señaló Carretero en la Cadena Cope. El Athletic quiere un estadio con mayor capacidad, pero la opción del Camp Nou se desechó ayer por cuestión de «neutralidad», mientras que el Vicente Calderón tiene fijado para el día 20 un concierto de Coldplay, y ya ha quedado descartado.