Pese a que las conjeturas se hayan disparado respecto al futuro o la continuidad de ambos, lo cierto es que Guardiola acaba contrato en junio de 2012 (renovó la pasada campaña por tan solo una temporada) mientras que José Mourinho tiene contrato hasta 2014 y por tanto, al menos sobre el papel, el Madrid debería tener una mayor garantía de continuidad.

Públicamente el catalán se ha manifestado con más claridad aunque, eso sí, lo ha hecho para pedir más tiempo al club: «Por mí renovaría cinco años y sería mucho más estable. Es una cuestión personal, no tiene nada que ver con la institución. Ya he dicho muchas veces que en ningún sitio estaría mejor que aquí. Tengo que sentirlo yo. No puedo trabajar en un club tan exigente si no estoy convencido de que puedo tener fuerza para hacerlo. El club pondrá una fecha límite y lo hablaremos y decidiremos lo que tengamos que decidir. No quiero utilizar al club de mala manera ni hacer algo que no siento. Prefiero tomarme algo más de tiempo. Si me lo respetan, bien, y si no, mala suerte. No puedo engañarme a mí mismo. No he tomado ninguna decisión al respecto».

Mourinho, por su parte, ha sido algo más difuso y se ha mostrado algo más incómodo cuando se le ha preguntado por su continuidad. Se limita a decir que tiene contrato, aunque en un par de ocasiones ha sembrado dudas; «en el día que la gente no esté contenta conmigo, yo me voy».