El Chelsea despidió ayer a su entrenador, el portugués André Villas-Boas, después de encajar el sábado una nueva derrota en la Premier League, esta vez ante el West Bromwich Albion por 1-0. El equipo inglés acumula una sola victoria en los últimos siete partidos de Liga, lo que le ha llevado al quinto puesto de la tabla, y está al borde de la eliminación en la Champions tras perder el partido de ida por 3-1 en su eliminatoria de octavos de final contra el Nápoles. Al multimillonario ruso Roman Abramovich no le han importado los más de 15 millones de euros que le costó fichar al ex del Oporto este verano y, apenas ocho meses después, ya lo ha cesado. «André Villas-Boas se ha separado del club Chelsea. La junta directiva quiere darle las gracias por su trabajo y queremos expresar nuestra decepción de que la relación terminara tan pronto», señala el comunicado que informaba ayer del cese del técnico luso.

Los rumores sobre posibles sustitutos venían circulando desde hace semanas por la prensa inglesa, por lo que los candidatos están bastante claros. La idea de Abramovich, que espera devolver al Chelsea al estatus futbolístico que tenía hace tan solo dos o tres años, es contratar a uno de los mejores entrenadores del mundo, por lo que sus primeras opciones son Mourinho y Guardiola. El ruso sabe que ambas opciones solo son factibles a final de temporada, por lo que ha ofrecido el puesto a Rafa Benítez para lo que resta de campaña. El madrileño se ha negado porque reclamaba dos años de contrato, según la prensa inglesa. Así, Guardiola aparece como el favorito, siempre que no renueve con el Barcelona, aunque no es descartable la llegada de Mourinho. Por ahora, el italiano Di Matteo será quién dirija al equipo.