Con el decimotercer presupuesto de la liga, el Montpellier empañó "in extremis" el multimillonario proyecto del París Saint-Germain (PSG), que inicia con una profunda decepción y sin título el camino hacia el olimpo de clubes europeos en el que pretende instalarse. "Esto reaviva el fútbol y demuestra que el dinero no da la felicidad", comentaba tras proclamarse campeón el entrenador del Montpellier, René Rigard, un club de barrio y cantera fundado en 1974 que hasta ahora solo había logrado una discreta tercera plaza en el campeonato liguero en sus cuatro décadas de andadura profesional.

Lo dijo el técnico de un club que ha alcanzado la gloria con un presupuesto total de 36 millones de euros, es decir, menos de lo que el PSG pagó este verano solamente por el argentino Javier Pastore (unos 42 millones de euros), dentro de una inversión de más de 100 millones de euros en fichajes.

El Montpellier es un club que ha sabido reponerse a los sobresaltos de la temporada y no perder comba contra un todopoderoso PSG que, impulsado por los petrodólares de sus nuevos propietarios, Qatar Sport Investments, contaba con ganar esta liga para dar lustro a un proyecto que quiere salpicar de estrellas internacionales.

El Montpellier vio además cómo el francés Olivier Giroud, de 25 años, logró consagrarse como máximo goleador del campeonato, con 21 dianas (2 de penalti), por delante del brasileño Nêne (21 goles, 9 de penalti).

La fiesta continuará este lunes a orillas del Mediterráneo por las calles de Montpellier, cuando los jugadores reciban un trofeo que servirá para ordenar las emociones, después de que anoche dos goles del nigeriano Utaka certificaran su victoria a domicilio frente al Auxerre y les diera la victoria liguera con 82 puntos y cuatro de ventaja sobre el PSG.

Será también el momento de comprobar si el presidente y fundador del club, Louis Nicollin, mantiene su promesa y se corta el pelo para celebrar el triunfo del que ha sido el mejor equipo a domicilio de la liga francesa, mientras en París ya se apuntala el vestuario con mensajes de futuro y porvenir.

Solo un día después de que el Chelsea del magnate Roman Abramovich se adjudicara la Liga de Campeones, nueve años y 900 millones de euros después de comenzar su ambicioso y oneroso proyecto, el PSG ha comenzado con tropiezo su intento de emular a los "blues". "Empieza una nueva historia", declaró al término del encuentro y tras felicitar al campeón el técnico del PSG, el contrastado Carlo Ancelotti, quien llegó al club el pasado enero, cuando el equipo era líder, para tomar las riendas de la metamorfosis a la que aspira a someterse.

El italiano explicó que ha utilizado los seis meses que ha estado en el banquillo parisino para "conocer mejor al equipo, el club y el campeonato de Francia" y que ya mira hacia delante, con la clasificación para la Liga de Campeones como gran incentivo para negociar nuevos fichajes este verano. "El año que viene, mi responsabilidad de ganar será más fuerte", confesó el italiano, mientras sus jugadores sintonizaban la misma emisora y, como Bisevac, aseguraban que "hay que ir con la cabeza alta y pensar en el futuro". "Creo que somos el futuro", aseguró.

El Montpellier conquista la primera Liga de su historia

Tras un encuentro plagado de incidentes, interrumpido en varias ocasiones y con un final exageradamente retrasado, el Montpellier salió airoso del campo del Auxerre (1-2) y logró la primera Liga de Francia de su historia, en detrimento del Paris Saint Germain.

Altercados en la grada del estadio l'Abbé-Deschamps de Auxerre, tras el descanso y a falta de un cuarto de hora, mantuvieron el partido estancado mientras el Paris Saint Germain, en el campo del Lorient, suspiraba por una derrota de su adversario, única vía hacia el título.

El Montpellier salió airoso de la presión y de la tensión de las últimas jornadas y dos goles del nigeriano John Utaka dieron la vuelta a la ventaja inicial del Auxerre, descendido jornadas atrás pero que no dio facilidades a su adversario. De hecho, se adelantó en el marcador gracias al gol de Olivier Kapo a los veinte minutos.

En tres años, ascendió en el 2009, el Montpellier ha tenido una progresión meteórica. En poco tiempo se convirtió en un animador de la competición. Participó en competiciones europeas y este año logró dar el salto de calidad definitivo hasta lograr el título de campeón que no consiguieron históricos futbolistas, plagados de talento, como Laurent Blanc, Eric Cantona, Daniel Xuereb, Wilbert Suvrijn, y el colombiano Carlos Valderrama, entre otros.

El trabajo y el entusiasmo del Montpellier frustró las aceleradas expectativas del Paris Saint Germain, que ha tirado del talonario del qatarí Nasser Ghanim Al-Khelaïfi para satisfacer las exigencias. No ha sido suficiente aún. Y a pesar de su triunfo en el campo del Lorient (1-2), ha tenido que asumir la segunda plaza.

Tuvo el choque también en contra, cuando a la media hora Kevin Monnet Paquet adelantó a los locales. Pero los goles del argentino Javier Pastore y el italiano Thiago Motta, elevaron las esperanzas parisinas. Disputará, no obstante, la Liga de Campeones.

El Lille, despojado de la corona lograda el pasado año, acabó tercero, y disputará la ronda previa de la máxima competición continental. Goleó al Nancy (4-1), alentado por un triplete del belga Eden Hazard redondeado por el gol del brasileño Tulio De Melo.

El Lyon se ha quedado, años después, al margen de la Liga de Campeones. Cuarto en la tabla y malparado en la última jornada, en la que cayó contra el Niza (3-4), le llevan a la Liga Europa junto al Burdeos, que ganó a domicilio al Saint Etienne (2-3).

El argentino Lisandro López y en dos ocasiones y Jimmy Briand, fueron insuficientes para el Lyon, que cayó ante el Niza, con los goles del argentino Fabián Monzón, Kafoumba Coulibaly, Ismael Goncalves y el meta Hugo Lloris en propia puerta.

El maliense Cheick Diabate lideró el triunfo del Burdeos en Saint Etienne. Hizo dos goles. Yoan Goufrran completó el triunfo.

El Caen, que perdió frente el Valenciennes (3-1) y el Dijon, que salió goleado de su visita al campo del Rennes (5-0), perdieron, junto al Auxerre, la categoría en la primera División del fútbol francés.