El entrenador Matías Almeyda, quien había expresado su deseo de ocupar el banquillo del River Plate por última vez el domingo próximo ante el Lanús, se despidió hoy de los futbolistas de la plantilla tras ser destituido por los dirigentes.

El presidente del club, Daniel Passarella, dijo que la destitución fue acordada con sus pares de la directiva y que "se hizo en buenos términos" con el técnico, quien desde mañana será sustituido por el interino Gustavo Zapata.

Fuentes del club indicaron que los dirigentes se negaron a que Almeyda se despidiera el domingo en el estadio 'Monumental' frente a una afición crítica con la gestión de Passarella como presidente.

Passarella, durante un breve diálogo con la prensa, dijo que además de Ramón Díaz hay "otros cuatro técnicos" con posibilidades de ser contratados par suceder a Almeyda.

"Ramón Díaz será uno de los técnicos con los que vamos a hablar, siempre y cuando él quiera hacerlo", dijo Passarella.

El próximo fin de semana se disputará la penúltima jornada de la Liga argentina, que lidera el Vélez Sarsfield con 35 puntos, a dos de distancia del Lanús.

Almeyda se enteró de que dejaba de ser el entrenador del River por teléfono, en la madrugada de este miércoles, cuando recibía un premio de la Asociación de Entrenadores argentinos por el torneo de la Segunda División que ganó con el equipo.

La llamada de un dirigente a una hora poco usual indicaba que hoy estaba convocado a reunirse con el presidente del club, Daniel Passarella. Cuando terminó la comunicación, Almeyda le dijo a dos periodistas presentes en el acto: "me echan".

Fuentes del club dijeron hoy que "la suerte de Matías estaba echada desde hace varias semanas" pese a que su contrato con la entidad terminará en junio de 2013 y que había fuertes "presiones de la afición" para que el técnico del equipo sea Ramón Díaz, exgoleador y, como preparador, seis veces campeón de Liga con el conjunto riverplatense.

"Me van a tener que echar", afirmó Almeyda hace dos semanas cuando su situación comenzó a complicarse al frente de un equipo limitado futbolísticamente, pero poco después admitió que "es muy difícil" trabajar en un proyecto con tiempo suficiente en un club como River.

Almeyda descendió con el River Plate como futbolista a mediados de 2011 y ascendió en junio pasado como entrenador, cargo con el que obtuvo el 60 por ciento de los puntos disputados por el equipo en casi un año y medio.

Tras regresar a la Primera División, el equipo ganó cinco partidos, empató ocho y perdió cuatro, resultados que le sitúan en el noveno puesto a falta de dos jornadas para que termine la Liga.