El Borussia Dortmund se impuso por 3-1 al Nápoles, con goles de Marco Reus, Jakub Blaszczykopwski y Pierre Emerick Aubameyang, con lo que mantiene sus posibilidades de clasificarse para los octavos de final de la Liga de Campeones.

Los dos equipos mostraron muchos nervios desde el comienzo, lo que llevó a muchas pérdidas de balón, a escasa fluidez en las jugadas de ataque y a que el partido tuviera muy poco ritmo.

Ninguno de los dos equipos había logrado disparar una sola vez a puerta cuando, en el minuto 9, se produjo un penalti a favor del Dortmund por un agarrón del argentino Federico Fernández a Robert Lewandowski tras el lanzamiento de un saque de esquina.

Marco Reus convirtió el penalti y el gol pareció darle cierta confianza al Dortmund, que tuvo luego una fase con mayor claridad y en la que hubiera podido aumentar la ventaja.

Lewandowski desperdició una ocasión increíble en el minuto 14 al quedarse solo ante el español Pepe Reina y rematar desviado. Luego, en el 18, Reina salvó al Nápoles al desviar a saque de esquina un buen lanzamiento de falta de Reus.

Tras esa fase de presión del Dortmund, el partido dio un giro, el parte generado por una lesión en el rostro del capitán Sebastian Kehl, que tuvo que ser atendido fuera del campo dejando a su equipo durante unos minutos con diez hombres.

El Nápoles, al comienzo aprovechando la superioridad numérica, tomó la iniciativa, adelantó sus líneas y obligó al Dortmund a replegarse y a concentrarse durante un pasaje del compromiso en el trabajo defensivo.

En el minuto 22 llegó la primera llegada de los italianos, con un remate demasiado débil del argentino Gonzalo Higuaín. La llegada más clara fue en el minuto 29, con un remate al poste de Callejón tras un desborde por la banda derecha.

Pasada la primera media hora de juego, el Dortmund se sacudió del dominio que estaba ejerciendo el Nápoles y volvió a asomarse, tras diez minutos de ausencia absoluta, al área de Pepe Reina.

Reina fue dos veces providencial para el Nápoles en el último cuarto de hora de la primera parte. Primero, en el 33, al desviar a saque de esquina un remate desde fuera del área del armenio Henrihk Mhkitaryan, y luego, en el 35, al parar un con un pie un remate de Lewandowski desde corta distancia.

El Nápoles también tuvo una última ocasión antes del descanso, con un taponazo desde fuera del área del colombiano Pablo Armero que Roman Weidenfeller tuvo que desviar a saque de esquina.

En el segundo tiempo, el partido ganó en intensidad y en ritmo. El Dortmund empezó a mostrar un juego mucho más estructurado que en la primera parte y tuvo dos ocasiones claras antes de que vinieran dos situaciones -ambas en el minuto 60- que serían determinantes para el partido.

Primero, Weidenfeller le ganó al mano a mano a Higuain en la primera llegada clara del Nápoles en la segunda parte, y, en el contragolpe siguiente, Jakub "Kuba" Blaszczykowski marcó a centro de Reus.

Aunque el partido parecía sentenciado tras el segundo gol del Dortmund, el Nápoles logró el descuento en el 71 por intermedio de Insigne a pase de Higuaín en la segunda llegada de la segunda parte.

Hizo falta que Pierre Emerick Aubameyang marcara el tercer para el Dortmund en el 78, a pase de Lewandowski, para que volviera la tranquilidad en el equipo alemán.

El Chelsea se clasifica

El Basilea, tal y como sucedió en el choque de la primera vuelta en Stamford Bridge, volvió a dejar en evidencia al Chelsea, al que se impuso con un gol del egipcio Mohamed Salah, para alimentar su opciones de clasificación para los octavos de final que, pese a la derrota, logró ya el cuadro de Jose Mourinho.

El empate entre el Steaua Bucarest y el Schalke en Rumanía (0-0) facilitó el pase al equipo londinense, que aún debe sellar su condición de primero. El cuadro alemán y el helvético se jugarán, en la última jornada, la otra plaza para las eliminatorias.

El preparador portugués volvió a prescindir de Juan Mata, relegado de las últimas alineaciones iniciales del conjunto londinense. Fernando Torres volvió a una convocatoria después de su lesión. Comenzó como suplente pero tuvo que saltar al campo a cinco minutos del intermedio por la lesión del camerunés Samuel Eto'o.

Con las matemáticas aún alentando su clasificación, el conjunto helvético apabulló al Chelsea desde el principio. Solo la falta de talento de sus delanteros y las apariciones del meta checo Petr Cech sostuvieron al conjunto de Jose Mourinho, que apenas podía llegar al área suiza.

Acciones como la de Fabian Frei a los trece minutos después de un pase de Kay Voser o la de egipcio Mohamed Salah, que sacó de forma imposible el portero visitante, pudieron poner por delante al Basilea, que tuvo la ocasión más clara en las botas del búlgaro Ivan Ivanov tras un saque de esquina lanzado por Valentin Stocker y que John Obi Mikel sacó bajo palos con Cech batido.

Tras el descanso el ritmo decayó. Sobre todo el del conjunto suizo. Bajó su nivel Salah, motor del equipo y con él el del resto del conjunto al tiempo que el Chelsea empezó a frecuentar sus acercamientos al área de Yann Sommer.

Un disparo del marfileño Serey Die desde fuera del área, que rozó el palo a siete minutos del final, fue la mejor ocasión local, que hizo un último esfuerzo y logró el premio con la aparición del egipcio en un contraataque. Salah batió a Cech en su salida y disparó las expectativas del Basilea.

El Milan se la jugará ante el Ajax

El brasileño Kaka, exjugador del Real Madrid, encauzó el triunfo del Milan en Glasgow contra el Celtic, resultado que, unido a la victoria del Ajax frente al Barcelona, hará que se juegue su presencia en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el cuadro 'ajacied' en el Giuseppe Meazza.

Al conjunto italiano le bastará con un empate para sellar su clasificación, mientras que el cuadro holandés necesitará ganar para arrebatar la segunda plaza a su rival.

Un clamoroso error de la zaga del equipo de Neil Lennon a la salida de un córner permitió a Kaka rematar de cabeza en solitario y batir a Fraser Foster.

Había comenzado el Celtic bien, con su brío habitual en casa, pero pagó muy caro el fallo colectivo de su defensa, porque el Milán, con Mario Balotelli en punta y Valter Birsa y Kaka por detrás, controló bien a partir de ese momento.

El campeón escocés planteó lucha, brega y trató de intimidar con su tradicional presión, pero no le dio para mucho. Es más, el Milán, en varias triangulaciones precisas, pudo incluso aumentar la cuenta antes del descanso por medio de Balotelli, tras un magnífico arranque de Kaka, y de nuevo por parte del brasileño, cuyo disparo típico de rosca salió rozando el palo izquierdo de la portería local.

Las esperanzas de remontada del Celtic se desvanecieron en dos jugadas al inicio del segundo periodo. Le salió cruz en ambas y dijo adiós a toda competición europea esta temporada.

En la primera, el defensa holandés Virgil Van Dijk tuvo el empate en una ocasión clamorosa. Recibió un balón de Charles Mulgrew completamente solo y, a dos metros de portería, estrelló el esférico ante Christian Abbiati.

Y casi justo después, sin tiempo para reponerse de la ocasión malograda, un saque de esquina acabó, tras tocar el holandés Urby Emanuelson, en el colombiano Cristian Zapata, que no perdonó y firmó el 0-2 para el Milán (m.49).

Ambas acciones fueron un duro mazazo para el sueño del cuadro escocés, que no había perdido en Celtic Park nada más que dos encuentros de los 23 de la liguilla de la "Champions" que había disputado a lo largo de su historia.

Hubiera seguido con vida si Van Dijk no hubiera estado fuera de juego a los 51 minutos, porque ahora sí su testarazo fue magnífico. Pero el colegiado turco Cüneyt Çakir, bien asistido por su auxiliar, decretó la posición irregular.

Balotelli, al culminar un contragolpe, acabó de forma definitiva con el partido y con la ilusión del Celtic a los 59 minutos, pero también acabó con la paciencia de algunos de los jugadores locales, como el hondureño Emilio Izaguirre, que más tarde solo pudo frenar al italiano con una entrada dura, se ganó la amarilla y no podrá estar en el Camp Nou en la última jornada.

Con Neil Lennon desesperado en el banquillo, sin ya argumentos ni opciones, el espíritu del cuadro escocés languideció con el paso de los minutos frente a un Milan bien pertrechado que tampoco necesitó buscar mucho más que el final del encuentro.

Victoria del Arsenal

Dos goles del inglés Jack Wilshere sellaron la victoria en casa del Arsenal sobre un inofensivo y ya eliminado Olympique de Marsella (2-0) en el penúltimo encuentro de la fase de grupos de la Liga de Campeones.

Los "gunners" se mantienen como líderes de su liguilla con 12 puntos, por delante del Borussia Dortmund y el Nápoles, ambos con nueve, y tratarán de cerrar la primera fase como primeros de grupo el próximo 11 de diciembre en el estadio napolitano de San Paolo, donde les valdrá con un empate para mantenerse a la cabeza del Grupo F.

Los de Arsène Wenger se enfrentaban hoy a un rival que no ha logrado sumar un solo punto en toda la primera fase de la máxima competición europea y que no presentaba sobre el papel ningún peligro.

Con todo, los ingleses saltaron al Emirates Stadium concentrados y no tardaron más de un minuto en plantar en balón dentro de la meta del congoleño Steve Mandanda, portero de los franceses, que paró un penalti y evitó con su actuación durante el partido un marcador más amplio para los "gunners".

El encargado de aclarar el camino para los locales nada más comenzar el duelo fue Wilshere, que a sus 21 años se ha convertido en una de las piezas fundamentales del equipo de Wenger, líder de la liga inglesa.

El centrocampista aprovechó un pase del francés Bacary Sagna para internarse en el área de Mandanda por la derecha, hacer un recorte al defensa Kassim Abdallah y lanzar un disparo hacia el palo izquierdo con el que superó al arquero congoleño.

El español Santi Cazorla guardó descanso en el banquillo de inicio, pero aún así los locales, con el alemán Mesut Özil a la batuta en el centro del campo, eran capaces de mover el balón con soltura en la zona de medios ante un Olympique pasivo, incapaz de entrar en el partido.

El galés Aaron Ramsey, uno de los futbolistas más inspirados esta temporada en el Arsenal, tuvo una clara opción de marcar el 2-0 antes de los diez minutos de juego con un remate desde el área pequeña que Mandanda sacó con el pie de la línea.

Los ingleses pudieron ampliar de nuevo su ventaja en el 35, cuando el colegiado español Antonio Mateu apreció penalti en un empujón en sobre la línea del área visitante del camerunés Nicolas N'Koulou sobre Ramsey.

Özil, que tomó la responsabilidad de lanzar desde los once metros, hizo un ligero amago antes de disparar hacia la izquierda un balón que despejó el guardameta del Marsella.

A pesar de que el Olympique estaba completamente desactivado, los "gunners" continuaban sin concretar las diversas ocasiones que generaban.

El francés Olivier Giroud envió algo desviado hacia la izquierda un potente tiro que podría haber trasladado al marcador la superioridad que estaba mostrando el Arsenal sobre el campo a los diez minutos del segundo tiempo, mientras que Mandanda detuvo poco después un tiro cercano de Özil.

Finalmente, el trío de jugadores más peligrosos esta noche sobre el césped de Londres fabricó el segundo de los locales. Ramsey vio antes que nadie un movimiento fugaz de Özil y trazó un pase vertical para que el alemán recogiera el balón en el interior del área.

El excentrocampista del Real Madrid lanzó entonces el cuero en paralelo a la línea de fondo para que Wilshere, que llegaba en carrera, cerrara la jugada de billar enviando el balón a la red.

El Oporto desperdicia el empate del Atlético

El Oporto desperdició el empate del Atlético de Madrid ante el Zenit al igualar en casa ante el colista Austria de Viena, resultado que deja a los portuguesas detrás de los rusos y lejos los octavos de final de la Liga de Campeones.

Roman Kienast abrió el marcador para los visitantes en el minuto 11, mientras que Jackson Martínez empató de cabeza en el 48.

El Oporto, que se asegura la Liga Europa, es tercero del grupo C con cinco puntos -uno menos que el Zenit, segundo- y depende de un resbalón ruso ante el Austria y de una victoria en el Vicente Calderón para pasar a los octavos de final.

Una entrada fría del Oporto preparó el terreno para el golpe visitante. Un defectuoso despeje del brasileño Danilo lo aprovechó el gigantón Kienast, que se deshizo del belga Defour con un quiebro y remató raso y ajustado, fuera del radar del brasileño Hélton.

Al premio visitante, logrado en el minuto 11, el Oporto replicó con esporádicas aunque claras oportunidades. Pero el portero Heinz Lindner frustró la reacción local.

Un cabezazo de Jackson repelido con la punta de los dedos, otro remate del propio Jackson a bocajarro a pase de Licá y un uno contra uno de Defour colocaron a Linder como protagonista del encuentro.

El Oporto, con el gol en contra, se agolpó en el costado izquierdo del brasileño Alex Sandro, que intentó remar contra la apatía de su equipo, así como Jackson, batallador, a pesar de que tuvo la fortuna escorada.

Por el ataque derecho apenas hubo movimiento hasta el segundo periodo y por el centro ni el brasileño Fernando impuso su jerarquía física ni táctica ni tampoco emergió la clase e inteligencia del argentino 'Lucho' González.

Al intervalo, Paulo Fonseca retiró a Defour y dio cuerda al extremo Silvestre Varela con la intención de profundizar la desaprovechada banda derecha.

El infatigable Jackson fue premiado por su perseverancia en el 48. Un balón bombeado al segundo poste lo cazó el francés Eliaquim Mangala, cuya dejada de cabeza al área pequeña no desperdició el ariete colombiano.

Se elevó entre los defensas y ante un portero descolocado y consiguió dar la dirección correcta a su cabezazo.

Más intenso, el Oporto contó entonces con otras dos ocasiones claras. Un centro de Josué lo empaló 'Lucho' al poste y Varela, a pase de Sandro, se acercó al gol en un chute rebotado en la defensa.

Enfrente, el Austria se defendió con frialdad del ardor local y trató de idear contragolpes.

Fonseca refrescó la línea de vanguardia con el portugués Ricardo y el colombiano Juan Quintero.

La irreverencia del joven Quintero dinamizó el ataque del Oporto. Varela sirvió desde la izquierda, pero Jackson estrelló su testarazo en su propio colega de equipo Mangala.

En el tramo final, Jackson volvió a toparse con Lindner.