"Era una situación que me hacía sentir incómodo. Estoy pagando un error que cometí y del que ya pedí perdón, pero esto se debe olvidar", dijo Luis Suárez ayer tras completar su primer entrenamiento con el Barcelona. Pidió clemencia, agradeció al club culé la paciencia que está teniendo por su delicada situación y volvió a mostrarse como un niño bueno. Un ‘bon xic’, como se dice en valenciano, que acumula un largo parte de sanciones por acumulación de tarjetas, por indisciplina, por conducta inapropiada, y, por partida triple, por mordeduras. Y solo desde que firmó por Ajax holandés. Porque si se revisa su pasado más allá de 2009 nos encontramos con diversos problemas y conflictos en su Uruguay natal.

La FIFA dictaminó el jueves que mantenía los cuatro meses de sanción pero que, sin embargo, Luis Suárez podría participar en entrenamientos, partidos amistosos, actos publicitarios y demás actividades que nada tengan que ver con la competición oficial. Ayer se le veía sonriente junto a sus compañeros y confesaba que, por fin, se volvía a sentir "jugador de fútbol".

Un futbolista que creció como tal en Uruguay y que veía en el deporte rey la única forma de sacar de la pobreza a su familia y a él de las noches de desenfreno, alcohol y malas compañías que a tan mal puerto lo estaban llevando. Con el fútbol conoció a la que ahora es su mujer, Sofía Balbi, que pronto se trasladó a vivir a Barcelona y que incitó en él el ansia de dar el salto al fútbol europeo. Por el Groningen holandés pasó sin pena ni gloria. En enero de 2010 firmó por el Ajax y se abrió el capítulo de sanciones más notorias del ahora futbolista del Barcelona.

Los primeros años fue sancionado en reiteradas ocasiones por acumulación de amarillas y alguna vez, también por ver roja directa. Sin embargo, en noviembre de 2010 le sancionaron con siete partidos por morder al jugador del PSV, Bakkal. En el Liverpool se repitió la historia, aunque esta vez el mordido fue Ivanovic y la sanción alcanzó los diez encuentros. Además, estando en el club de Anfield la Federación Inglesa lo multó por conducta inapropiada. Actos indisciplinarios que también le han ocasionado algún que otro problema en el Liverpool. Como el pasado verano, que se negó a entrenarse para que lo traspasaran y los ‘reds’ lo apartaron del equipo.

No hace falta recordar la última sanción, esa que le impedirá debutar con el Barcelona en partido oficial hasta el próximo 26 de octubre, cuando se dispute el Madrid-Barça de Liga. Hasta entonces, deberá seguir dando ejemplo de lo ‘bo’ que es el ‘xiquet’.