Nuevo episodio en el Madrid en el plano de las salidas. La gran temporada de Di María que permitió al club blanco alzarse con la Champions ya no cuenta en Chamartín. El divorcio entre el ´Fideo´ y Florentino no tiene reconciliación, motivo por el cual el argentino tuvo que ver el partido desde la grada, lejos del césped, de la acción, aquella que ayer necesitó el equipo de Ancelotti durante los 90 minutos y que nunca llegó.

Aviso mayúsculo del club un tanto inesperado, no tanto por la intención de sacarlo de la entidad sino por la manera de hacerlo.

Ancelotti defendió a Di María siempre desde el silencio, esperando que éste respondiera sobre el césped para no tener que dar explicaciones, pero ayer todo cambió. Mientras en la ida de la Supercopa entró desde el banquillo y revolucionó al resto de la plantilla, ayer no pudo hacerlo. Tal vez esa era la intención de Florentino, obligar a Ancelotti a dejar al ´Fideo´ en la grada para que en ningún caso el argentino pudiera ser el héroe.

Con Khedira la película es distinta. La pareja Modric-Xabi Alonso funcionó hace un año mientras él se recuperaba de la lesión y este año el Madrid no ha tenido ni paciencia en ver los resultados, ni clemencia con un jugador que acumula años en la entidad. Kroos llegó al Bernabéu y los minutos para su compañero de selección desaparecían del mapa. Él no quiere ser un nuevo caso Illarramendi y ver la mayoría de los encuentros desde el banquillo, por esto viajó a Alemania, para tratar de cerrar su fichaje con el Bayern de Guardiola.