La genética no engaña y no son pocos los casos de padres e hijos o hermanos que han triunfado en un mismo deporte. Siempre se dieron casos en nuestra Liga (De Boer, Salinas, etc...), pero nunca convivieron tantos congéneres juntos que nacieran con un balón bajo el brazo. Que vistieran o no la misma camiseta es otro tema.

En la Comunitat encontramos un caso que se repite años después y es que los hermanos Dos Santos han pasado de vestir la elástica azulgrana del Barcelona a defender codo con codo la amarilla del Villarreal. Gio, estrella castellonense la pasada temporada, ha visto cómo Jonathan seguía sus pasos este verano al firmar por el submarino.

José Antonio Ñíguez, histórico jugador del Elche en los 80' (también vistió las camisetas de Sabadell y Figueres), ofrece un caso más enrevesado, ya que tiene dos hijos que juegan en la Liga BBVA. Aarón, que defiende el mismo escudo que lució su padre; y Saul, que lleva con orgullo los colores del Atlético de Madrid.

Entre 'merengue' y 'periquito'. De la cantera del Real Madrid han salido los hermanos Fernández, apellido muy común si no fuera por el primero de ellos, Nacho, ha pasado de ser llamado por Del Bosque al ostracismo del banquillo (o grada) con Carlo. Su hermano, destacadísimo centrocampista del Castilla, dio el salto al Espanyol la pasada temporada.

A cuatro palmas

La UD Las Palmas los tiene a pares. Los hermanos Castellano (Daniel y Javier) y los hermanos Figueroa (Momo y Héctor). Los primeros, curiosamente, cambiaron de isla de la mano al fichar ambos por el Mallorca B, aunque el tiempo les ha traído de vuelta a Gran Canaria. Seis años separan a los Figueroa, pero el definitivo ascenso al primer equipo del menor de ellos, ha logrado juntar a dos parejas de hermanos en el mismo vestuario.

En la Liga Adelante, aunque con su sudor impregnado en la camiseta del Córdoba, los Cruz no han podido ascender con los andaluces al ser cedidos a otros conjuntos de Segunda. Bernardo se encuentra en el Racing y Fran tendrá minutos en el Alcorcón, por lo que esta temporada serán rivales.

También en la Liga Adelante ha ocurrido algo parecido con los hermanos Flaño. Los canteranos de Osasuna crecieron juntos en Tajonar y vistieron a la vez la camiseta de sus amores y la de las categorías inferiores de la selección. En 2009, Javier emigró en busca de minutos, mientras que Miguel permaneció en El Sadar hasta portar hoy en día el brazalete de capitán. Cinco años después, los gemelos navarros volverán a liderar la defensa rojilla en su andadura por la categoría de plata.