Entre pitos y aplausos camina Casillas por el Bernabéu, algo que provocó una de las anécdotas de la semana y que no calma las aguas de la portería blanca. Florentino obsequió al meta después del partido con una réplica de la Cibeles a modo de felicitación por los 15 años que lleva en el club, un acto sin cámaras, algo poco habitual.

Ocultos y sin demasiadas fotos del momento, de hecho solo hubo una del momento en el que Casillas y Florentino posan juntos con el premio que le regaló el presidente al portero. De este modo se evitó la polémica, o mejor dicho, un instante incómodo en el que el Santiago Bernabéu, como viene siendo costumbre, pite al capitán.

Muchos son los que han clavado sus ojos en el portero, entendiendo que los dos últimos años del jugador no están a la altura. En el Santiago Bernabéu, donde era aclamado hasta la saciedad, ahora se escuchan mucho los pitos y por ello, su premio fue sin la presencia de los suyos. Florentino entendió que el simple hecho de entregar un trofeo a Iker Casillas delante de su estadio podría haber generado otro momento de tensión e incluso de mal trago para el cancerbero, quien está descentrado y a quien se le ve en su última etapa con un nivel demasiado bajo.

Con Keylor Navas esperando su oportunidad y el inaceptable estado de forma de Iker Casillas en la portería, el premio supone una de las primeras buenas noticias para el portero de Móstoles, aunque la manera en la que se le entregó empañó evidentemente su significado.