El brasileño Weligton y el argentino Messi vivieron ayer el único lance feo que tuvo el encuentro entre Málaga y Barcelona de La Rosaleda. A unos minutos de la finalización y tras una jugada de ataque del Barça, los dos se encararon, el malaguista le cogió una de las mejillas de la cara con la mano y Messi se lanzó de inmediato al juego simulando una agresión. Weligton tuvo un detalle que no debe repetir porque pudo ganarse la tarjeta roja y su gesto está fuera de lugar.

El futbolista pasó por la zona mixta tras el encuentro y dio la cara. Atendió a los medios que le reclamaron y más tarde habló para la SER, donde trató de arrojar algo de luz al rifirrafe con Messi.

"La jugada viene de antes, un minuto antes, cuando él hace una pared y yo le pongo el brazo para que no pasara, pero sin querer hacer daño y luego sucedió lo otro. Él me llamó hijo de puta. Lo que hice no está bien, de todas formas, y pido disculpas", explicó el brasileño.

El malaguista Weligton recibió la cartulina amarilla tras el lío, al igual que el visitante Piqué, que reprochó al jugador del Málaga su gesto. Leo Messi, que simuló una agresión e insultó a 'Weli', según el defensa central, no fue amonestado por el colegiado de la contienda.