El Barcelona atraviesa su momento más delicado desde que comenzara la temporada después de la reciente derrota en el Clásico frente al Real Madrid. Pese al inmaculado inicio de campeonato con pleno de victorias y sin recibir un solo gol en las primeras ocho jornadas, la afición no está nada contenta con su equipo y todas las miradas están apuntando a Luis Enrique, la gran apuesta para el banquillo culé y que ya siembra las primeras dudas. Las derrotas en los dos únicos partidos contra equipos importantes -Madrid y PSG-, la polémica a raíz del desplante de Messi cuando ´Lucho´ quiso sustituirle y la poca renovación del once inicial con respecto a las últimas y decadentes temporadas, son los argumentos que utilizan los críticos con su figura.

Declaraciones como la que ayer se conoció de Jeremy Mathieu tampoco ayudan a la imagen del entrenador asturiano. El lateral francés habló en la emisora de su país RTL, y en sus micrófonos admitió que le «sorprendió jugar como lateral» cuando durante toda la temporada lo estaba haciendo como central. «Es el entrenador quien decide», aseguró el ex del Valencia, que no dudó también en contradecir a su técnico en referencia a la posición de Luis Suárez en el campo. «Sería una lástima que jugase por banda, porque es un delantero nato», afirmó con contundencia el galo, al que habrá que ver si estas palabras, críticas con su técnico, le pasan factura a su presencia en el equipo.

Las declaraciones de Mathieu vienen a avivar un fuego encendido por varios motivos. El primero, las derrotas, pero sobre todo la imagen en los duelos ante el PSG y el Real Madrid, los dos únicos rivales de altura a los que se han medido los culés. En ambos partidos fueron claramente superados y Luis Enrique señalado.

Otro motivo es la poca renovación del once inicial. Pese a que el asturiano aterrizó en ´Can Barça´ asegurando que no le iba a temblar el pulso a la hora de sentar a las ´vacas sagradas´, la presencia de Xavi por delante de Rakitic en los últimos partidos, así como la de Piqué en el eje de la zaga, están tirando por tierra sus buenas intenciones. Esta poca renovación ha acabado, por ejemplo, con Iniesta lesionado para las próximas tres semanas debido a la acumulación de minutos.

Por último, no hay que olvidar el episodio en el que Messi se negó a ser cambiado, que dejó en clara evidencia a un técnico que, por ahora, manda menos que los futbolistas.