El fútbol profesional cada vez se decide más por pequeños detalles y ayer se medían en Torrent dos de los equipos más profesionalizados de Segunda División B (aunque esta no sea estrictamente una categoría que englobe LFP). El pequeño detalle que pudo decantar la balanza en esta ocasión fue una acción en la que el colegiado anuló a instancias de su auxiliar un tanto anotado por Peris tras remate cruzado de cabeza en la primera parte. El linier levantó la bandera cuando el jugador rojiblanco cabeceó y no hay ninguna toma que demuestre con claridad si su posición era correcta o no... aunque si hay que apostar algo por cómo entra el atacante valenciano al remate, cualquiera diría que el tanto fue legal.

Esa acción y un ´recadito´ que se llevó Javi Navarro de su excompañero Luismi, que le generó una hemorragia nasal (vamos, que le dio un codazo en las narices) y que únicamente fue sancionado con falta y cartulina amarilla para el jugador del Nàstic, encresparon los ánimos de la parroquia local en contra del trencilla, Gabriel Lozano Reina, a quien por momentos dio la sensación de venirle algo grande un encuentro entre dos equipos hechos y derechos.

El fútbol es en muchas ocasiones injusto pero ayer, en la reanudación del choque tras el descanso, por una vez quiso hacer justicia. El primer acto había sido parejo, aunque si se hubiese tratado de un combate de boxeo, a los puntos, Huracán habría ganado. La segunda parte empezó igual, pero la diferencia fue que Javi Navarro controló una cesión de Tariq en el área y con la pierna derecha hizo el 1-0. La ´Bomba´ ha vuelto y, por si alguien tenía alguna duda, apenas unos minutos después cazó otro balón suelto haciendo el 2-0 y dejando en anécdota el más que presunto error arbitral del primer acto.

La ´medicina Seligrat´, sin hacer fútbol samba ni alardes, ha devuelto las constantes vitales a un Huracán que vuelve a soñar.