El Alcoyano supo jugar con la ansiedad de un rival que acumula ya ocho jornadas sin ganar y transita por la zona roja de la clasificación. Mario avisó bien pronto de cuáles eran las intenciones del conjunto visitante en una acción en la que se quedó solo ante el meta local pero no acertó a superarle y en la segunda ocasión que tuvo el Deportivo llegó el gol que a la postre sería definitivo. Fue en una acción a balón parado bien ejecutada, peinada en el primer palo por Rubén Ramos y remachada por el capitán César Remón (que ha ganado protagonismo desde que Óscar Cano decidió variar el sistema y pasar a jugar con tres centrales).

En la segunda mitad se temía que pasase factura el esfuerzo de San Mamés y, de hecho, el local Dani Martí tuvo el empate pero la defensa blanquiazul despejó el balón casi sobre la misma línea de gol. Fue una ocasión aislada y el alcoyano controló la situación para poder mirar al 2015 con optimismo.