Día histórico para el Elche el que se vivió ayer en la capital de las palmeras. El club franjiverde se enfrentaba a una reunión del patronato de su fundación en la que, básicamente, el único punto del día era estudiar si existía una viabilidad económica para seguir adelante. Y, tras más de tres horas de reunión, las noticias no pudieron ser mejores. José Sepulcre, ya expresidente, presentó su dimisión y dejó paso a Juan Anguix y su proyecto, la única opción viable que ha existido desde el primer momento para salvaguardar el futuro del club.

Anguix, recibido por los seguidores del Elche al grito de «presidente», confiaba en convencer a los otros once patronos, entre los que estaban los consejeros y el máximo dirigente del club, José Sepulcre, para que apoyasen su plan de viabilidad y destituyeran al actual órgano rector de la entidad y poder afrontar las deudas contraídas. A la reunión también acudieron la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, quien fue la representante del Ayuntamiento en la votación en lugar de hacerlo el concejal de Deportes, Daniel Rubio, y que tuvo un papel fundamental en el cambio al frente de la dirección del club. Alonso se había manifestado ya públicamente a favor del plan de viabilidad de Anguix, ya que consideraba que era el único que en estos momentos aportaba dinero para hacer frente a las deudas y evitar un descenso administrativo.

Durante la reunión, que se celebró en el interior del estadio Martínez Valero, los aficionados del Elche dedicaron cánticos de apoyo a Anguix y en contra de Sepulcre y de su consejo. «Anguix presidente» o «Elche sí, Sepulcre no» sonaron con fuerza en el exterior del estadio ilicitano. A la salida de la misma, y ya conocedores de la marcha de Sepulcre, la alegría inundó a los más de 500 seguidores que se congregaron durante toda la tarde, en vela por el futuro del club de su corazón. Una alegría que se trasladó también a las redes sociales, que hirvieron conforme se iban conociendo las noticias.

En definitiva, un día histórico para una afición de Primera como la del Elche, que por fin pudo ver como se marchaban del club unos dirigentes que no estaban a la altura de tal masa social.