El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha comunicado esta tarde a Carlo Ancelotti que no continuará como técnico del primer equipo la próxima temporada. Pérez afirmó que "el nuevo entrenador se conocerá la semana que viene" y justificó la destitución del italiano al asegurar que el club necesita "un nuevo impulso" y admitir que es importante que el próximo técnico "hable castellano".

Florentino Pérez compareció en el palco de honor del Santiago Bernabéu con semblante serio, arropado por su directiva y con pocas ganas de profundizar en las razones que les han llevado a destituir de su cargo a Carlo Ancelotti. Comenzó advirtiendo que su comparecencia sería "muy breve" y acabó respondiendo a once preguntas, muchas de ellas con frases cortas, en las que dejó elogios al destituido y pistas sobre el nuevo.

"La reflexión del entrenador la hacemos todos los años después de que termine la temporada. Ha sido una decisión analizada todo el año pero tomada en la última semana. He estado antes de venir con Ancelotti y hablado con él, es un señor y un caballero que entiende perfectamente todo. Deja unas buenas relaciones con todos", dijo.

Admitió el presidente madridista que a ningún jugador de la plantilla le ha comunicado la decisión tomada y por respeto optó por no dar el nombre del que será nuevo entrenador. "La semana que viene lo contaremos, sería muy bueno que hablara castellano", dijo como pistas.

Se notó en las respuestas del presidente que siente que su decisión va en contra de lo que piensa su plantilla y gran parte del madridismo. "Hemos analizado todo desde todos los puntos de vista, pero este puesto no es fácil y el de mis compañeros de la junta directiva tampoco. Tenemos el convencimiento de que necesitamos un nuevo impulso y tenemos la responsabilidad de hacerlo".

"Después de dos años creo que la exigencia del Real Madrid es de tal naturaleza que es el momento de dar un impulso nuevo que nos ayude a alcanzar nuestro máximo nivel competitivo. Es lo que hemos valorado", añadió.

Florentino Pérez no se mostró molesto con la opinión mostrada públicamente por los jugadores, de apoyo total a Ancelotti, que a la hora de la verdad ha servido de poco para la decisión final.

"Los jugadores han manifestado, los que se han pronunciado el cariño que le tienen, el mismo que le tengo yo y la mayoría de los aficionados", explicó.

"A mí no sólo no me molestan si no que me parecen correctas cada vez que se va alguien del Real Madrid con el que han compartido un tiempo y tienen relación de amistad y cariño. No solo no me molesta sino que me parece un gesto de afecto de los jugadores hacia el entrenador", añadió.

Aclaró el presidente del Real Madrid que su "relación personal es buena" con Ancelotti, a quien nunca dijo que tenía que alinear "a un jugador y mucho menos meterme en temas de su profesión".

Por último se defendió de los que le acusan de devorar entrenadores, con nueve en sus dos etapas en el Real Madrid. "Nunca hay un culpable, el puesto de entrenador está sujeto a la convivencia permanente y se sufre deterioro con el tiempo. Recuerdo el tercer año de Mourinho era el que más tiempo llevaba. Les animo a mirar clubes como Barcelona o Atlético de Madrid los entrenadores en los años que dicen que ha habido muchos en el Real Madrid. Es un puesto en el que se sufre deterioro".