Sin complejos y con la misma ilusión que en 2011 sirvió para quebrar la racha de 38 victorias consecutivas de Alemania o en 2012 obró el milagro en el último minuto de la prórroga del épico ´play-off´ ante Escocia para asegurar su presencia en la pasada Eurocopa (por segunda vez tras el bronce de 1997), la selección española del eterno Quereda debuta en Montreal. Hoy comienza algo más que una primera participación en un Mundial. Son una de las ocho debutantes, como Costa Rica, pero hay licencia para soñar aún más en grande. En la memoria, los cuartos de final de la cita continental de 2013 en Suecia. Noruega, que perdió la final ante las germanas, aplacó la euforia (3-1).

Las ´soñadoras´ desean «ganar el futuro» para las niñas que ahora suspiran por aparecer en escenarios que hace no mucho estaban reservados a otros países. La Roja ha perdido los complejos que le atenazaban, aunque todavía está alejada de ese grupo privilegiado que engloba a los candidatos al título: Alemania, Estados Unidos, Francia, Brasil, Suecia y Japón, la actual campeona. El camino hacia Canadá fue inmaculado, con nueve victorias y un empate (28 puntos de 30 posibles, con 42 goles a favor y 2 en contra).

La atacante Natalia Pablos, ´cañonera´ de la Roja junto a Vicky, fue la máxima realizadora con 12 tantos. El sueño de alcanzar los octavos de final „acceden los dos primeros de los seis grupos y los cuatro mejores terceros„ es más que posible y permitiría la aparición de un nuevo y ambicioso reto: pelear por una de las tres plazas europeas para los Juegos de Río de 2016. Sin duda que sería un tremendo golpe encima de la mesa para consolidar el crecimiento meteórico de una generación de oro.

Pero lo primero es tumbar sí o sí al combinado ´tico´, que parte con el cartel de ´cenicienta´ del grupo E. Costa Rica aterrizó en Canadá tras disputar seis amistosos, cuatro de ellos ante las también mundialistas México y Colombia a doble partido, sin lograr ni una victoria. España irrumpirá en su estreno con un once más ofensivo que el que en 2013 le convirtió en unas de los ocho mejores escuadras europeas. El centro del campo reunirá presumiblemente a Virginia Torrecilla, Jenni Hermoso y Verónica Boquete, mientras que las dos máximas realizadoras nacionales en la fase de clasificación, Natalia Pablos y Sonia Bermúdez, compartirán el ataque con Marta Corredera, el puñal de Terrassa. La duda es Jenni, que arrastra unas leves molestias de la sesión a puerta cerrada del domingo. En la recámara están Vicky y Silvia Meseguer por si la madrileña no puede ser de la partida. La clave será negar el protagonismo a Shirley Cruz y Katherine Alvarado, estandartes del estilo que las pupilas de Amelia Valverde adquirieron bajo la tutela de Carlos Avedissian, quien presentó su dimisión en 2014.

Ruth es la líder de la nómina de la Comunitat Valenciana, además con el rol de capitana en la Roja junto a Vero. «La posibilidad de participar por primera vez en un Mundial nos ha abierto puertas, llegar a las casas y que haya más seguimiento. El cariño y el apoyo que estamos recibiendo de mucha gente es muy importante y también clave para que esto siga creciendo, pero queremos más, que se nos vea, se nos oiga y que la gente valore nuestro fútbol, que es bueno y de calidad», piensa la exgranota y ahora referente en el Barcelona. Ruth ensalza la ambición de un vestuario que quiere «seguir soñando en grande», pero sin perder un ápice de humildad y sacrificio.

«El objetivo de esta selección es disfrutar de la experiencia, competir al máximo y ofrecer nuestro mejor fútbol. Los tres enfrentamientos serán duros y complicados. Es primordial comenzar ganando a Costa Rica e intentaremos aprovechar los defectos que hemos podido ver al analizarlas. Creemos en lo que hacemos e iremos partido a partido explotando al límite nuestras virtudes. Ya habrá tiempo para pensar en Brasil, que es el equipo más fuerte del grupo, y luego en Corea del Sur», añade la central de Camporrobles.