«Queda una bala y la vamos a usar», afirmaba Vero en las redes sociales. «Es el partido más importante de nuestra carrera», añadía Natalia para inyectarle más trascendencia a un partido clave en el sueño de la Roja en el Mundial. La historia de Boquete, que acaba de firmar por el Bayern de Múnich, es más conocida. ´Nata´ no brilla tanto y eso que comenzó su aventura en el extranjero en Inglaterra con más de 200 goles en la Liga española en el zurrón. España ya contaba con resolver ante Corea del Sur su pase a los octavos de final, pero no con llegar a Ottawa con un punto y un tanto anotado, el de Vicky Losada a Costa Rica. Una propuesta táctica mejorada no bastó a las pupilas de Ignacio Quereda para puntuar contra Brasil, clasificada matemáticamente tras sumar seis puntos de seis posibles con el solitario gol de Andressa Alves.

Ni la selección española ni el combinado surcoreano esperaban ceder un empate ante las ´ticas´, segundas contra pronóstico. Si las costarricenses ganan a una Brasil que se presentará con el ´plan B´, España solo podría avanzar a la siguiente fase como una de las cuatro mejores terceras. Con un empate, la victoria hispana abriría de par en par las puertas de la segunda plaza. Si las cariocas ganan por dos o más goles de diferencia, el sueño mundialista seguiría vivo también con un empate en la capital canadiense. El vestuario se aleja de las cábalas y no piensa en otra cosa que no sea estrenar el casillero de victorias, en la última bala, ante las ´Damas Taeguk´, quienes han irrumpido en el escaparate de un Mundial doce años después de su primera participación. Es un combinado que responde al exponente al alza de un fútbol asiático ordenado y de extremada rapidez

Con el enemigo enfrente

Carlos Gómez-Múgica Sanz, el embajador español en Canadá, junto a su esposa y todo su equipo recibieron el lunes por la tarde a las ´soñadoras´ en su domicilio, ubicado en una zona muy lujosa a las afueras de Ottawa. Un rato agradable que sirvió a las jugadoras para desconectar de la ´final´ del Mundial. La curiosidad es que los vecinos de enfrente del embajador hispano son sus homólogos de Corea del Sur. «Siempre es de agradecer el cariño que te muestran cuando estás fuera de tu país», afirmó Ruth, una de las capitanas de la española. La exgranota, Natalia y Vero lideraban a una España que se impuso a las asiáticas en el Mundial sub-19 de 2004. Fue en la fase de grupos, en Phuket (Tailandia), con 2-1 en el marcador. 11 años después, ese es el precedente para la esperanza.