Aunque la semana próxima se analizará en más profundidad, Ángel María Villar ha mantenido durante la mañana de hoy una primera toma de contacto con una representación de las 23 jugadoras que estuvieron en Canadá (Natalia Pablos, Priscila Borja y Amanda Sampedro, las que se encontraban en Madrid, y Vero Boquete por vídeoconferencia) para apagar el fuego de la polémica surgida desde el motín de Toronto. Las posturas se han acercado y ambas partes salieron satisfechas de la reunión. También estuvo Vicente Temprado, responsable federativo del fútbol femenino, quien medita dejar el cargo tras 15 años, una vez resuelto el cisma mundialista

Tras escuchar los alegatos de Temprado y Quereda, Villar hoy ha empezado a hacer lo mismo con las jugadoras en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, quienes, primero de todo, pidieron disculpas por las formas utilizadas para llegar a está convulsión. La Federación ha resuelto estudiar el caso con profundidad y tomar las decisiones que consideren al respecto. El fútbol femenino español va a vivir un punto de inflexión y a partir de ahora se va a trabajar en poner las bases de un proyecto de futuro más joven, más preparado, en la búsqueda del progreso de las futbolistas y el combinado nacional. En este panorama no encaja Quereda, que parece que dará su brazo a torcer, ya que ha puesto su cargo en manos de la Federación, aunque como él dijo en su día, su rol de seleccionador está bajo la directrices de la RFEF desde que llegó en 1988.