Lo que faltaba. Los jugadores del Elche Aarón Ñíguez, José Ángel Alonso, Cristian Hererra y Edu Albacar se sometieron por sorpresa a un control rutinaria antidopaje a cargo curiosamente de los médicos del Consejo Superior de Deportes (CSD). Los ‘vampiros’ se esperaron a que finalizara la sesión de pretemporada, celebrada ayer en el campo anexo del Martínez Valero, para solicitar la presencia de los citados futbolistas en una de las salas para realizar las citadas pruebas. Otro de los jugadores reclamados por los médicos fue el caboverdiano Rodrigues, de permiso tras de paternidad y relevado por Álvaro.

La curiosa visita de los médicos del CSD se produjo curiosamente el mismo día que el Elche presentó en los Juzgados Centrales de la Audiencia Nacional de Madrid la solicitud de medida cautelarísima para impedir el descenso administrativo del club a Segunda División, tal y como confirmó el pasado lunes el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Lo hizo, en concreto, el abogado José Marí, miembro de la firma KPGM, encargada de elaborar la petición de suspensión cautelar con carácter urgente.

La entidad ilicitana espera la respuesta al respecto de la Justicia ordinaria para mañana o, como máximo, para el próximo lunes. La uspensión cautelarísima es la última opción que tiene el Elche para jugar la próxima temporada en Primera, categoría que abandonó el pasado 5 de junio tras la decisión del Juez Único de la Liga. Desde el día que se anunció el descenso administrativo, el Consejo que preside el valenciano Juan Anguix ya intuía que la única forma de evitar que el equipo bajara podía llegar de manos de la Justicia Ordinaria, a la que el club ya anunció que recurriría en el caso de que el fallo del TAD fuera contrario a sus intereses.

«A los jugadores no nos entra en la cabeza que lo que conseguimos en el campo nos lo puedan quitar en los despachos», aseguraba ayer en la página oficial del club Aarón Ñíguez, para quien la Primera División estaría «adulterada» sin la presencia del conjunto franjiverde.