La afición del Elche ha atendido a la llamada de los nuevos dirigentes del club y ha formado grandes colas ante las oficinas del Martínez Valero para retirar sus abonos para la próxima temporada.

El alcalde de Elche, Carlos González, y el grupo de empresarios que lidera la transición tras la dimisión de Juan Anguix, ex presidente de la entidad, pidieron hace dos días a los aficionados que se implicaran en el proceso de salvación del club ilicitano.

El Elche debe hacer frente en las próximas horas a una deuda de 4 millones de euros ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para evitar un nuevo descenso administrativo, en esta ocasión a Segunda División B.

Antes del relevo en la presidencia, el club contaba, tras mes y medio de venta de abonos, con 1.500 abonados, mientras que en los dos últimos días y medio casi ha doblado esta cifra, acercándose a los 3.000.

La campaña de abonos comenzó el pasado 8 de junio, pero tuvo un escaso tirón. Fue retocada, bajando los precios a la mitad, hace dos semanas, pero tampoco caló entre los aficionados, decepcionados por la gestión del consejo.

Finalmente, la llamada de auxilio de los empresarios de prestigio ante una situación desesperada, unida a la dimisión del anterior presidente, sí han despertado a la masa social ilicitana.

El club mantendrá abiertas las puertas del estadio hasta las 00.00 horas de hoy para que todos los aficionados puedan adquirir su localidad y, de esta manera, ayudar a financiar parte de la deuda.

El nuevo órgano rector del club se muestra optimista, aunque recuerda que quedan horas duras por delante de trabajo y de negociaciones y que posiblemente no se logre salvar la situación hasta minutos antes de que concluya el plazo.