«Para mí es un reto, una motivación continua, saber que tienes un equipo y una institución muy grande detrás para tratar de hacer las cosas bien y ganar títulos», dijo Rafa Benítez en su presentación como entrenador del Real Madrid con lágrimas en los ojos. No sabía el técnico madrileño lo que le venía encima. Con solo un partido de Liga disputado, Benítez ya está haciendo frente a críticas procedentes de dentro del club y tiene que consentir los deseos de algunos de sus jugadores, como Cristiano Ronaldo.

Se duda de sus métodos; las comparaciones con su antecesor en el cargo, Carlo Ancelotti, no se han hecho esperar. El italiano apostó por el fútbol ofensivo, por hacer brillar a Bale, Cristiano y Benzema. Y le salió bien. Benítez está armando el equipo desde atrás. Y de momento, sí, el equipo no está recibiendo goles. Pero tampoco los está marcando. Por eso se le echa en cara que no deje total libertad a Ronaldo en la delantera, que le imponga un puesto en el que el futbolista no está cómodo, y que lo intente acoplar a partir de la posición de Bale, cuando hasta ahora lo que estaba funcionando era todo lo contrario.

Para más inri, el del sábado ante el Betis será el primer partido del Madrid en casa. Y ya se sabe que las gradas del Bernabéu no pasan ni una. La afición está dividida desde que José Mourinho salió del club de Chamartín. Y ya en el Trofeo Santiago Bernabéu Benítez escuchó los primeros silbidos en su contra. Abucheos que se repetirán, casi con total seguridad, si al cuarto de hora de juego el Madrid no ha marcado un gol al Betis.

Pese a todo, Rafa Benítez se muestra tranquilo y quiere transmitir ese mensaje de seguridad y confianza dentro del vestuario. «Tranquilos, que los goles van a llegar», les dijo a los jugadores tras el partido ante el Sporting de Gijón, en el que también les emplazó a seguir mejorando en el aspecto defensivo. «Si mantenemos y mejoramos todavía más la seguridad defensiva, los resultados van a llegar muy pronto», añadió.

Desde Inglaterra tampoco han faltado los comentarios hacia el comienzo de temporada del técnico. Boudewijn Zenden, que jugó a las órdenes de Benítez en el Liverpool y fue su asistente en el Chelsea, destacó en la revista holandesa VI, que «donde ha estado Benítez ha creado equipos muy sólidos y difíciles de lidiar para los contrarios. Su método de trabajo parte de mantener la portería a cero y en comenzar a jugar y a buscar los goles a partir ahí». Zenden también habló de la relación entre Cristiano y Benítez, que parece ser uno de los principales quebraderos de cabeza del entrenador y la comparó con la que tuvo con algunos de sus expupilos. «En Chelsea tuvo lo suyo con John Terry y Frank Lampard, dos chicos de la vieja guardia sobre los que existían dudas en aquella época. No siempre fue fácil, pero Benítez se maneja razonablemente bien con los denominados ‘chicos difíciles’», añadía el exfutbolista.

De momento, la forma de sobrellevar el egocentrismo de Cristiano es aceptando todas sus peticiones. A Benítez costó admitir, pero lo hizo, que Cristiano era el mejor jugador del mundo; acepta los cambios de sistema impuestos por el luso; y sus encontronazos en los entrenamientos los considera ‘gajes del oficio’.