La crisis de los refugiados ha llegado al fútbol. El primero en reaccionar ante el drama que marca la actualidad social y política europea fue el Bayern, que el jueves anunció que va a donar un millón de euros para los afectados; con el paso de las horas se han ido sumando clubes y jugadores al movimiento solidario, en respuesta a la gravísima situación. El balón se alinea ya con los más necesitados, hasta tal punto que el Oporto invitó ayer a los clubes que participan en la Liga de Campeones a ayudar a los emigrantes, con la donación de un euro de cada entrada vendida en las dos primeras jornadas del torneo.

En un carta enviada a la UEFA y difundida en las redes sociales del equipo luso, su presidente, Jorge Nuno Pinto da Costa, apeló a la «larga tradición de solidaridad y responsabilidad social» que a su juicio caracteriza a la «familia futbolística» para pedir el apoyo de otros clubes. «Es imposible cerrar nuestros ojos al drama de los emigrantes y refugiados que están intentando entrar en Europa».

El propio Oporto, sin esperar siquiera a la respuesta del resto de participantes en la máxima comptición continental, anunció que donará un euro por cada una de las entradas que venda en la visita del Chelsea, el 30 de septiembre. «La UEFA tiene una prolífica tradición en responsabilidad social, acentuada por campañas como la de ´No al racismo´. La situación con los migrantes también requiere un fuerte movimiento de la sociedad y, por supuesto, el fútbol no puede quedarse al margen», defendieron los portugueses en el citado texto.

A nivel particular, por ejemplo, el exvalencianista David Villa se significó desde Estados Unidos (donde ahora juega con el New York City). «Es una crisis de #refugiados sin precedentes. ¡Ayuda a los #niñosdeSiria en @unicef_es!», tuiteó el Guaje. Esta plataforma mundial de ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo, dependiente de la ONU, ha lanzado una campaña para recaudar fondos para los millones de familias buscan refugio en Europa huyendo de conflictos en sus países de origen. La mayoría de ellos proceden de Siria, «un país donde el futuro de toda una generación de niños está en riesgo» después de un lustro de «violencia, desplazamiento a gran escala y la escasez de recursos básicos».

La mayor crisis humanitaria sufrida por Europa desde la II Guerra Mundial dio comienzo una hace semanas y no ha hecho sino que recrudecerse a lo largo los últimos días. Ya el pasado fin de semana, en varios estadios de la Bundesliga se produjeron muestras de solidaridad de los aficionados. «Bienvenidos refugiados», se pudo leer en varios estadios. El Dortmund invitó a 220 emigrantes a disfrutar en directo su partido; Alemania, no en vano, es uno de los países que más exiliados está acogiendo.