El nuevo Ali Sami Yen de Estambul marcará la vuelta del Atlético de Madrid a la Liga de Campeones, su gran desafío desde la final perdida en 2014 y retomado esta temporada desde el grupo C, con el Galatasaray de Wesley Sneijder y Lucas Podolski como primer obstáculo de su camino europeo. Un equipo de un nivel claramente inferior al del colchonero, pero ante el que Simeone prefiere no verse favorito. Una vieja táctica, la de quitar presión a sus futbolistas en la previa, rescatada un año más por el ‘Cholo’ ante un gran reto como el de afrontar la Champions.

«Yo creo que en una competición tan importante y tan difícil es muy pronto para hablar de favorito. Pensamos sólo en el partido y me parece un poco exagerado, jugando en casa con 55.000 personas y un estadio tan caliente, decir que los favoritos somos nosotros, pero cada uno es libre de opinar lo que quiere», valoró el técnico en rueda de prensa. Simeone introducirá alguna rotación en la alineación titular del Atlético, dependiendo de la recuperación de sus futbolistas en sólo 72 horas tras el exigente partido liguero frente al Barça. Una es segura en el lateral izquierdo ante la ausencia de Filipe. Ahí asume la mayoría de las opciones el brasileño Guilherme Siqueira, finalmente en la plantilla tras un verano en el que su salida fue probable hasta prácticamente el último día del plazo de incorporaciones. Jackson Martínez, Savic o Saúl son otros que pueden entrar en el once.

Enfrente, un Galatasaray al que siempre se pinta más fiero de lo que luego resulta ser y que cuenta con un valenciano en su plantilla. Se trata del alicantino José Rodríguez, traspasado por el Real Madrid este verano, y que apunta a la titularidad junto a Sneijder en el centro del campo. Un grupo con buenas individualidades, pero poca cohesión.