Para este domingo estaba previsto el regreso de Mullor a Benigànim, ahora como técnico del Ontinyent. El 'Gato', que estuvo tres temporadas y media en el banquillo del Benigànim y fue el técnico que llevó al conjunto rojiblanco a Tercera División por primera vez en su historia, dirige ahora al conjunto textil con el que está alcanzando unos guarismos de lujo que le han llevado a situarse entre los mejores equipos del fútbol español (cuenta sus cinco partidos por victorias, ningún otro equipo en las cuatro máximas categorías le supera en puntos y tan solo Badajoz y Extremadura, en el grupo 14, tienen una mejor diferencia de goles a favor). Sin embargo, un factor extradeportivo inesperado ha cambiado el escenario del choque.

Se trata de un brote de Legionella en Benigànim que ha puesto en alerta a toda la población hasta el punto de que la Alcaldía ha trasladado la recomendación de suprimir todas las actividades en las instalaciones deportivas como medida preventiva (el fútbol base también ha parado después de que la propia alcaldesa, Amparo Canals, lanzase un mensaje en el que habla de "tratamiento preventivo en el pabellón y el campo de fútbol" y a la vez tranquiliza a la población asegurando que "no hay ningún problema en el resto de la población ni en el agua potable"). La bacteria, que no ha afectado a ningún ciudadano, ha sido detectada en un porcentaje «bajo» en una analítica rutinaria de la caldera de las instalaciones deportivas y ante tal tesitura el Benigànim formalizó ante RFEF una petición de retrasar el partido o, en su defecto, variar su escenario. Se ha concedido el cambio de sede y se jugará en l'Olleria el domingo a las 17:00 horas.

Mullor no regresará por tanto a Benigànim por las circunstancias y lo lamenta, aunque la satisfacción por el buen arranque del equipo lo eclipsa todo: «Lo que hemos conseguido es importante porque hemos jugado ante rivales de entidad, pero somos cautos. Es una pena no poder volver a Benigànim porque es especial».