El partido que enfrenta este domingo a Benigànim y Ontinyent finalmente se va a disputar en l´Olleria como consecuencia de la detección precoz por parte del Ayuntamiento de Benigànim de un brote de la bacteria de Liogionella en las instalaciones deportivas.

La Alcaldía, de forma preventiva, trasladó la recomendación de suprimir todas las actividades en las instalaciones deportivas con carácter inmediato (el fútbol base también ha parado después de que la propia alcaldesa, Amparo Canals, lanzase un mensaje en el que habla de «tratamiento preventivo en el pabellón y el campo de fútbol» y a la vez tranquiliza a la ciudadanía asegurando que «no hay ningún problema en el resto de la población ni en el agua potable»).

La bacteria, que no ha afectado a ningún ciudadano, fue detectada en un porcentaje «bajo» en una analítica rutinaria de la caldera de las instalaciones deportivas y ante tal tesitura el Benigànim formalizó ante RFEF una petición de retrasar el partido o, en su defecto, variar su escenario. Se ha concedido el cambio de sede y se jugará en l'Olleria el domingo a las 17:00 horas.

Mullor, a la otra

Mullor, sin duda uno de los protagonistas del choque, no regresará por tanto a Benigànim por las circunstancias y lo lamenta, aunque muestra satisfacción por el buen arranque de su equipo: «Lo que hemos conseguido es importante porque hemos jugado ante rivales de entidad, pero somos cautos. Es una pena no poder volver a Benigànim porque es especial».