Sabía Rafa Benítez, cuando firmó su contrato como entrenador del Real Madrid, que no iba a ser tarea fácil gestionar el vestuario blanco. Y no lo está siendo. Desde que ha llegado al Santiago Bernabéu se ha tenido que enfrentar al ego de Cristiano, a los viajes de James, a las inseguridades de Benzema y, ahora, a las críticas de Sergio Ramos. Demasiados frentes abiertos en el que el culpable siempre parece el mismo: Rafa Benítez. Tantos problemas podrían tener, además, una única solución: su destitución.

Que Cristiano Ronaldo es el mejor del equipo parece ser algo que el técnico madrileño ha ido asumiendo con el paso de los días en el club blanco. Aunque le haya costado, ya sabe qué tiene que responder cuando le pregunten por el portugués. Es Cristiano el que lleva las riendas del Madrid y no un Benítez recién llegado. Y así se lo habrían dejado claro en los despachos de Concha Espina.

Como también le habrían recordado en los últimos días que si Sergio Ramos es el capitán del Real Madrid es por algo. Benítez ha recordado en diversos medios que fue el sevillano el causante del penalti ante el Atlético que a punto estuvo de causar estragos en el club merengue, si no llega a ser por la mano salvadora de Keylor Navas. Ramos, como ya hiciera cuando era José Mourinho el técnico del Madrid, contestó con sinceridad a Benítez y le recordó que a la plantilla no le gusta jugar a la defensiva, como está haciendo el exentrenador del Valencia.

Florentino Pérez no quiere que se incendie el vestuario a la primera de cambio y habría incitado a que Benítez y Ramos se reunieran en privado y limaran asperezas. La reunión se habría producido en la mañana de ayer en Valdebebas. Ambos hablaron de forma distendida, compararon puntos de vista y, de esta forma, sellaron la paz en público. Algo que ya habría hecho el martes en privado, en un llamada teléfonica que el técnico hizo al futbolista.

Y es que Benítez no le conviene sacar trapos sucios a relucir. Y más cuando su puesto puede estar pendiente de un hilo. O mejor dicho, pendiente del París Saint-Germain. Porque si el Madrid no gana ninguno de los dos partidos que disputará ante los galos en la fase de grupos de la Liga de Campeones, el técnico madrileño podría ser destituido. Florentino Pérez está teniendo paciencia, confía en que su nuevo ‘proyecto’ saldrá adelante y llegarán los éxitos y la paz al equipo merengue. Pero si los resultados no acompañan, en la directiva blanca no se va a tener compasión como se ha tenido en otros momentos. El presidente blanco no dudará en echar al madrileño si ni afición ni jugadores están contentos con la evolución del equipo. Y, de momento, no están pasando por el mejor momento. Y Rafa Benítez se ha convertido en una víctima fácil para todos los sectores madridistas.