Mario Gaspar se convirtió el lunes en el 88º jugador que marcaba el día de su debut con la Roja. Tras haber jugado con la sub-19, sub-20 y sub-21, el defensa alicantino se estrenaba con la Absoluta y lo hacía anotando el gol de la victoria ante Ucrania.

"Ha sido un día redondo", recordaba el futbolista de Novelda tras el partido disputado en Kiev y añadía que "ha sido un sueño poder debutar y además hacerlo con una victoria y metiendo un gol". Y es que nada podría hacer pensar al lateral derecho cuando debutó bajo las órdenes de Pellegrini en 2009, con apenas 18 años, que solo seis años después iba a acabar vistiendo la elástica roja, convirtiéndose en el octavo jugador del Villarreal que debutaba en la Roja.

Antes que él lo hicieron Unai Vergara, que fue el primero en 2001, Antonio Guayre, Marcos Senna, Santi Cazorla, Diego López, Bruno y Borja Valero. También fueron internacionales con el Submarino otros tres futbolistas, como es el caso de Capdevila, Ángel y Carlos Marchena, aunque ya se habían estrenado con España con anterioridad a su paso por el Villarreal.

No obstante, Mario puede presumir de ser el primer ´groguet´ en marcar en el día de su debut. Aunque lo más importante no es cómo se empieza sino cómo se acaba. Y hay que ser cautos. Porque para el zaguero lo más importante es consolidarse en las convocatorias de la Absoluta. Algo que no consiguieron ni Unai, Guayre, Diego López o Borja Valero que tan solo disputaron un encuentro. Respecto a ello, el futbolista reconocía tras su gol ante Ucrania que es "un poco pronto para decir si estará en la Eurocopa. Solo llevo un partido. Tengo que hacer las cosas bien en mi club y, si tengo que volver, encantado".

Hacía cuatro años que ningún futbolista viajaba directo de El Madrigal a Las Rozas. De hecho, el último en hacerlo había sido Borja Valero, actualmente en las filas de la Fiorentina, que se estrenó en una goleada contra Estados Unidos el 4 de junio de 2011 en Boston. Aquel encuentro también fue histórico ya que coincidió sobre el terreno de juego con otros tres compañeros como eran Santi Cazorla, Joan Capdevila y Bruno Soriano, lo que supuso todo un récord para el Villarreal que nunca había tenido cuatro internacionales en el mismo once.