Íker Casillas fue el triste protagonista de la derrota del Oporto contra todo pronóstico este martes en Liga de Campeones. El internacional español cometió un grave error, al intentar detener un disparo del paraguayo Derlis González, que supuso la sentencia para el Dinamo de Kiev en O Dragao (0-2); con un sonoro e instantáneo 'no', el propio meta expuso la revelancia de su fallo en directo.

Los lusos están ahora obligados a ganar al Chelsea de Mourinho en Londres en la última jornada para no depender de terceros si quieren pasar a los octavos de la Champions. El ucraniano Yarmolenko,en el minuto 35, había inaugurado el marcador después de un penalti cometido por Imbula.

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