José Mourinho parece haberse ganado otro enemigo en el vestuario del Chelsea, en este caso Diego Costa. Al divorcio público del luso con Hazard se sumaría el que habría aireado el hispanobrasileño en el partido de ayer ante el Tottenham; el punta fue por primera vez suplente y llegó a calentar, pero no tuvo minutos y acabó tirando el peto en dirección al técnico a su vuelta al banquillo. La citada prenda, eso sí, no llegó a tocar a Mou: cayó detrás del asiento de este.

En la rueda de prensa, el entrenador portugués aseguró que Diego Costa es «un privilegiado». «Ha sido el último jugador en quedarse en el banquillo. A todos los demás le ha pasado: al capitán Ivanovic, a Cahill, segundo capitán de Inglaterra; a Fábregas y a Pedro, también a Oscar», relató Mou. En los últimos días han surgido varias informaciones respecto al posible regreso del delantero al Atlético.