Fabio Quagliarella, que el 31 de enero cumplirá 33 años y que podría abandonar el Torino en este mercado de invierno con destino a la Fiorentina como traspasado, desveló que en el verano de 2010 abandonó el Nápoles para jugar en la Juventus por ser víctima de una extorsión por parte de un policía napolitano. "Si me marché a la Juventus fue por las acusaciones, falsas y absurdas, de ser un camorrista y un pedófilo, además de decir que participaba en orgías", declaró este pasado jueves ante el juez el delantero internacional, que se cansó de recibir "cartas anónimas con constantes acusaciones que también le llegaban al presidente De Laurentiis".

La noticia, publicada por 'Il Corriere dello Sport', apunta que Quagliarella fue víctima, como otros personajes populares de Nápoles, de un policía local que se dedicaba a extorsionarles y acosarles con llamadas telefónicas y mensajes. Raffaele Piccolo es el nombre que apunta el diario italiano para descubrir a dicho policía, quien se encuentra en el centro de una investigación criminal en el tribunal de Torre Annunciata (Nápoles). Quagliarella explicó que confío en el policía "porque me dijo que podía resolver mis problemas que tenía con el teléfono y mis contraseñas. Yo era joven y sabía pocas cosas... Al principio me pidió autógrafos y camisetas, pero las demandas se volvieron cada vez más apremiantes". Para el jugador todo se convirtió en un infierno poco después. "Creo que le llegué a dar veinte camisetas. Y a partir de ahí comenzó a acusarme de mafioso, de participar en orgías y ser un pedófilo. Me amenazó y también lo hizo con mi padre y mi novia" descubrió en su declaración Quagliarella, quien añadió que llegó a recibir una fotocopía con un ataud y la foto de su novia.