El ayuntamiento de Madrid, gobernado por Manuela Carmela, ha puesto freno a la magalomaníaca reforma del estadio del Real Madrid que tenía en mente su presidente. Tal y como informa El Mundo en su edición de este lunes, el consistorio y el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, trabajan junto al club en nuevo proyecto, en el que no estaría permitido ocupar suelo público ni aumentar la edificabilidad del Satiago Bernabéu, como inicialmente contemplaba la entidad que dirige Florentino Pérez.

Las obras, que estaban presupuestadas en primera instancia en 400 millones de euros, no permitirían aumentar la capacidad de las gradas ni los ingresos de explotación del campo. No se llevaría a cabo la ampliación del aparcamiento subterráneo, mientras que el centro comercial y el hotel de lujo previstos no recaerían a La Castellana; su edificabilidad se vería reducida así a la mitad: de 12.250 metros cuadrados a 6.658 metros.

Florentino anunció el proyecto el 31 de enero de 2014, con la promesa de que estaría "listo en tres temporadas", después de una primera aprobación en la asamblea de compromisarios en 2012. El presidente del Real Madrid presentó un Nuevo Bernabéu con una "reestructuración del aforo y una nueva grada este" que permitiría ganar 5.000 localidades al actual aforo del estadio, hasta los 88.000 asientos.

De acuerdo con la citada información de El Mundo, el nuevo proyecto "se encuentra en una fase embrionaria". El Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló entre 2014 y 2015 hasta dos veces, tras las denuncias de la familia Ruiz-Villar y Ecologistas en Acción, la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana que permitía la reforma programada del estadio.