Alta tensión. Con esas dos palabras se puede definir lo que se vivió en la tarde noche del jueves en El Fornás. La sesión preparatoria en la que estaba previsto que el equipo regresase al trabajo tras la denuncia por un presunto amaño presentada por el club, estaba programada para las 20:15 horas y fue a esa hora cuando todos los jugadores y el cuerpo técnico se encerraron en el vestuario. Nueve minutos más tarde, a las 20: 24 horas, José Manuel Gil, el presidente, bajaba desde las oficinas visiblemente cariacontecido junto a parte de su junta y se metía también en la caseta. Se iniciaba una tensa reunión que duraba exactamente un cuarto de hora, hasta las 20:39 horas.

Sin llegar a poder descifrarse con nitidez las palabras que se escuchaban, desde la parte inferior de la tribuna del estadio rojiblanco sí se podía escuchar el tono de voz más que elevado hasta que de repente la entrada del vestuario se abrió bruscamente. Apareció Peque, uno de los jugadores del equipo, quien visiblemente alterado dio una brusca patada a la puerta. Acto seguido salió el presidente, se encararon, el mandatario cogió al futbolista y ambos volvieron de nuevo a la caseta junto al resto de jugadores técnicos y directivos. El episodio hablaba por sí solo de la situación, si bien se suavizó algo posteriormente cuando el futbolista subió a las oficinas a pedir disculpas a la junta por su actitud.

Según ha podido saber SUPER el mandatario, apenas 36 horas después de presentar la denuncia, explicó a los futbolistas que ellos van a hacer todo lo posible por esclarecer lo sucedido y por depurar responsabilidades si las hay, si bien matizó también que todos los que estaban en ese vestuario en ese momento eran jugadores contra los que el club no tiene nada y que por tanto está con ellos... porque si lo hubiese tenido, no estarían. Fue en ese momento cuando al menos un futbolista perdió los nervios argumentando que él no ha cometido ninguna irregularidad y que su nombre no tiene por qué trascender ni ser ensuciado.

La situación sin duda había estado marcada por dos nuevas reuniones con dos jugadores más (ya son alrededor de una decena los que han hablado individualmente con la junta). Una fue antes de la sesión con un futbolista que acudió acompañado por su padre y la otra fue tras salir del vestuario, sobre el césped, con otro futbolista del plantel y mientras el resto de jugadores calentaban.

Por acción u omisión

El club, al margen de los futbolistas a los que ha apartado por presunta «participación» en el delito del amaño, también tiene indicios sobre un presunto delito que se podría denominar de «omisión» al manejar información referente a que había un grupo de jugadores que podían son conscientes de las irregularidades (de hecho a algunos de ellos se les habría ofrecido participar de forma activa, aunque habrían rechazado el ofrecimiento) y optaron por no denunciarlas. La directiva que preside Josema Gil quiere meter mano ahí también si hay algo porque su prioridad es llegar hasta el final. Caiga quien caiga. Sea quien sea.

Tras el serial de reuniones, los futbolistas iniciaron una sesión de poco menos de hora y media de duración en la que, ante la falta de efectivos, Adrián Ferrandis tuvo que echar mano incluso de algunos futbolistas del filial que milita en Primera Regional. De hecho todo apunta a que este fin de semana ante el Jove Español de Sant Vicent del Raspeig (todavía un rival directo del Acero en la lucha por la salvación, aunque a estas alturas la distancia pueda parecer casi insalvable) no se podrá completar la lista con jugadores del primer equipo.

El público del Fornás mirará con lupa a sus jugadores...

Sólo faltaron a la sesión Oumar, Fortuño y Joselu

Cuando dio comienzo la sesión preparatoria, Adrián Ferrandis dispuso de un total de 18 futbolistas de campo y dos porteros. De hecho, de las 18 fichas de jugadores de las que dispone inscritas en estos momentos el club, comparecieron en la sesión llevada a cabo en El Fornás Sergio Aleixandre, Baixauli, Iñaki Calvo, Oliva, Gabi, Borja Gracia, Diego Huguet, Ramón Morant, Óscar Moreno, Peque, Álex Redondo, Joan, Santolaya, Seral y Shyllon. Los únicos tres futbolistas que faltaron fueron el guardameta Oumar -que fue quien desveló las irregularidades y cuyo testimonio fue definitivo para que el club presentase la denuncia- que adujo no encontrase bien en cierta medida como consecuencia de lo sucedido en las últimas horas; el lesionado Fortuño; y Joselu.

De momento sigue habiendo dos jugadores apartados por el presunto amaño y, según ha podido saber SUPER, uno de ellos no tiene ya ni tan siquiera licencia tramitada con el equipo puesto que en la semana inmediatamente posterior al partido contra el Recambios Colón (en el que se habría producido el amaño) se le dio la baja a petición del propio futbolista.