Paul Gascoigne fue uno de los mejores jugadores que ha dejado Inglaterra en su historia, pero sus malos hábitos no le dejaron llegar todo lo alto que debió durante su carrera y casi se lleva su vida por delante una vez jubilado del balompié.

Según 'The Sun', 'Gazza', de 48 años, llevaba un trimestre tratando de desintoxicarse de su alcoholismo, pero sus continuas recaídas no le dan tregua. El que fuera internacional fue mismo este sábado deambulando por la calle con la cara ensangrentada y con claros síntomas de embriaguez, por lo que tras acudir la policía a su encuentro, fue conducido al hospital.