Cristiano Ronaldo, que no jugó por lesión la ida de las semifinales de Champions League entre Manchester City y Real Madrid, fue el centro de atención de los objetivos de las cámaras antes de que arrancase el encuentro en el Etihad de Manchester.

El luso, curiosamente, estaba mirando un vídeo de sí mismo en Instagram en el móvil con los cascos puestos a tenor de una de las imágenes en la que captaron a su vez la pantalla de su teléfono. De forma automàtica, el ego del astro portugués se convirtió en tema estrella en redes sociales.