En Anfield también saltaron chispas entre Jürgen Klopp y Marcelino. Aunque en El Madrigal, aquel calentón acabó con un abrazo para suavizar las asperezas, el técnico alemán tenía guardado el momento, que se agravó por la celebración enloquecida del técnico asturiano en el gol de Adrián. Ambos técnicos dieron indicaciones y se mantuvieron de pie prácticamente desde el primer minuto de juego y además, muy pocos metros los separaban. Hubo una nueva discusión entre los banquillos y Klopp volvió a recriminar a Marcelino sus protestas arbitrales. Un ´cierra el pico´, de uno a otro, que obligó al delegado de la UEFA a intermediar para que el encontronazo no fuera a mayores.

El pique en el césped siguió en rueda de prensa. El técnico del Villarreal, aunque sin entrar en detalles en exceso, criticó la forma de celebrar los goles del alemán como una especie de venganza a lo que sucedió siete días atrás. «Es un gran entrenador, pero mi opinión sobre lo otro me la callo. Nunca seré como él en las victorias». Justo después apareció Jürgen Klopp y, al ser preguntado al respecto, no se cortó y afirmó que «no me gustaría ser como él ni un segundo de mi vida, pero es un buen técnico».

El Villarreal mostró a lo largo del encuentro su enfado por la actuación del colegiado Víctor Kassai, que expulsó a Víctor Ruiz y no contempló como penalti una caída de Denis Suárez ante Alberto Moreno. Marcelino se quedó públicamente de la permisividad arbitral por la contundencia de los ingleses: «Con todo lo poco que se pitó, quedarnos con diez no fue equitativo. El árbitro pone un listón y hay que adaptarse. El Liverpool es un grandísimo equipo y algunas circunstancias les favorecieron mucho».