El Ayuntamiento de Catarroja se ha visto obligado a requerir a la Federación Española de Fútbol que cierre el campo Mundial 82' por los daños que sufren las intalaciones y por el riesgo que supone para el público y los usuarios. Así lo ha puesto de manifiesto la auditoría que el consistorio encargó para conocer el estado del estadio, con el fin de recuperar las instalaciones, cedidas desde 1984 a la RFEF para la construcción y explotación del campo durante 30 años, por lo que debían habérselas devuelto al Ayuntamiento en 2014.

La auditoría concluyó en la recomendación del cierre inmediato de las instalaciones por los daños estructurales y el riesgo que puede suponer para las personas, al menos hasta que se arreglen las deficiencias detectadas. Estos resultados fueron comunicados rápidamente por el Ayuntamiento a la RFEF y al equipo local.

Tras los resultados de la auditoría, que detectaron deficiencias valoradas en más de 160.000 euros, el consistorio exige a la Federación que realice las reparaciones correspondientes para que las instalaciones puedan volver a abrirse y se pueda hacer uso del campo de nuevo. Tanto el concejal de Deportes, Alejandro García, como el alcalde, Jesús Monzó, se reunieron con el Catarroja para encontrar una solución, reubicarlos y garantizar que puedan acabar la temporada.

No es la primera vez que el nuevo equipo de gobierno de Catarroja pide que se investiguen las condiciones del estadio, uno de los más emblemáticos del fútbol valenciano, ya que desde julio de 2015 han enviado tres requerimientos a la Federación para que certificara el estado de conservación del campo y lo devolviera al Ayuntamiento en buenas condiciones. Ninguno de estos tres requerimientos han tenido contestación. Dada esta situación, el gobierno se vio obligado a pedir una auditoría, que finalmente, ha puesto en evidencia a la RFEF, que dejó las instalaciones a su suerte hasta el punto de tenerlo que clausurar.