Manuel Illueca, director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), afirmó que el objetivo planteado en la actualidad por esta institución es el de recuperar "hasta el último euro" del dinero público que se destinó al fútbol profesional en etapas anteriores. Esta intención conlleva previamente la de no aportar "ni un euro público más" a esta actividad, "ni comprometerse con avales o préstamos", según indicó Illueca en declaraciones a EFE, en las que señaló que los dirigentes "serios y responsables" del fútbol quieren que sea así y ya no aspiran a depender del dinero público.

"Otra cuestión es que pidan ayuda para actividades que beneficien a la sociedad, en las que seria razonable la provisión pública. Me refiero a cuestiones solidarias y educativas o para escuelas infantiles, la promoción del deporte o de ciertos valores, pero nunca para la gestión profesional", agregó. "Sin esos beneficios para terceros no tiene sentido que estemos ahí y mucho menos en un momento en el que los recursos son escasos y las necesidades infinitas", indicó.

Illueca insistió en que las sociedades anónimas deportivas pertenecen a un mundo del que la Administración quiere salir y en el que nunca debería haber entrado. "Con nuestro modelo, por ejemplo, nunca se habría concedido el aval del préstamo que recibió el Valencia en 2009 y que produjo una situación particular al no poderse ejecutar la garantía. Para ejecutarla se habría tenido que integrar al club en la Administración y eso era un caramelo envenenado", explicó.

El director del IVF considera que las metodologías y prácticas de trabajo entre el sector público y un club profesional de fútbol son incompatibles. "En este caso, por ejemplo, se deberían presentar tres ofertas para cada fichaje de acuerdo con los procedimientos de contratación establecidos en el ámbito público y los sueldos de los futbolistas nunca podrían superar el que percibe el presidente de la Generalitat", señaló.

"Solo si hay un comprador de antemano podemos participar en una operación de estas características y eso es lo que estamos buscando en el caso del Elche, en el que hay una empresa contratada actualmente para realizar un cuaderno de venta", señaló. Illueca afirmó que los espacios públicos y privados son diferentes a pesar de que "el anterior Gobierno de la Generalitat los mezcló al invadir demasiado el ámbito privado", por lo que considera que ahora deben centrarse en lo público.

"Con independencia del déficit de financiación que tenemos, no puede haber 33 millones de euros pendientes de cobro de dos clubes de Segunda y de Segunda B, a los que se añaden 2,9 del Levante, lo que supone 35 millones", señaló. "No es de recibo, porque con ese dinero se pueden construir siete colegios en una comunidad en la que hay muchos niños en barracones", agregó.

Respecto a la situación general de los clubes profesionales, desde su punto de vista, en el que también influye su afición personal por el fútbol, el modelo del Villarreal es positivo. "Se trata de un club en manos de un inversor privado que ofrece un buen servicio y busca la rentabilidad con una gestión excelente y con buenos resultados, tal y como se refleja en la marcha deportiva del equipo", opinó.

Sobre el Valencia destacó las dificultades financieras, la mala situación económica y el desorden de los últimos tiempos, pero también la llegada de un inversor capaz de generar estabilidad y aportar recursos y voluntad, lo que hace pensar en una mejoría deportiva al margen de los resultados de esta temporada.

También indicó que el modelo del Levante es "indiscutible" con la reducción de la deuda. "La Fundación está al día en los pagos y en estos momentos solo se puede hablar de los errores deportivos que han provocado el descenso a Segunda División", indicó. "Con un presupuesto adecuado puedes jugar la Liga Europa como ha hecho este club, pero también descender. El Villarreal o el Betis, con más recursos que el Levante, han bajado recientemente", recordó Illueca.

El director del IVF aludió, con el Valencia Basket como ejemplo, a la circunstancia de que el deporte profesional se adapta mejor a la escasez que a la abundancia. "Este club ha mejorado después de haber ajustado sus cifras", recordó Illueca, al tiempo que indicó que en el deporte de elite la llegada de dinero público generó en algunos casos etapas de abundancia con "desórdenes fantásticos" y situaciones "próximas al colapso".