El Sevilla lo ha vuelto a hacer. El equipo de Unai Emery reina de nuevo en el continente tras lograr su quinta Europa League, tercera consecutiva. Eso sí, necesitó de algo más que coraje para remontar a un Liverpool que dominó en el primer tiempo, pero que no sentenció y se topó con la figura del colegiado Jonas Eriksson, el mejor del Sevilla anoche en Basilea. Hasta cuatro penaltis a favor de los ingleses dejó de pitar el trencilla sueco, que sin embargo no dudó en corregir a su asistente para dar validez al tercer gol sevillista, anulado previamente. Una losa demasiado pesada para los de Jürgen Klopp y un empujón definitivo para el Sevilla hacia la conquista de su quinto entorchado europeo en diez años.

El inicio del encuentro hacía presagiar un partido dominado por el equipo de Unai, con el Liverpool esperando a enganchar una contra con la velocidad de Coutinho, Sturridge y Firmino. Pero fue todo lo contrario. Tras unos primeros minutos de tanteo, los ingleses se hicieron con el control absoluto del juego. La presión alta hacía imposible al Sevilla generar fútbol y cada robo en campo rival del Liverpool era una ocasión en la portería de David Soria. Fue durante esos instantes cuando Jonas Eriksson tuvo su momento de gloria. O mejor dicho, sus momentos.

Primero un penalti de libro de Carriço por unas manos que se vieron en Basilea y en el resto de Europa. Segundo, otras manos claras de Rami dentro del área, al tratar de dejar que el balón se perdiera por la línea de fondo. Tercero, otras manos -sí, otras manos- de Krychowiak, al filo del descanso. Y cuarto, una clara cama de un futbolista hispalense, que dentro del área impide un remate de cabeza de un jugador del Liverpool. En lo único que acertó Eriksson, que casualidad, fue en anular el segundo tanto a los ‘reds’ por un claro fuera de juego.

Con todo esto, el partido llegó al descanso habiendo merecido el Liverpool al menos un gol más de diferencia en el marcador; y ahí murieron los de Klopp. Sabedores quizá de que habían perdido una oportunidad de oro de sentenciar la fina, los futbolistas ingleses salieron temerosos a la segunda mitad y el Sevilla no tardó ni 20 segundos en aprovecharlo. Jugadón de Mariano con caño incluído al exsevillista Alberto Moreno y Gameiro que la empuja a la red. Y ahí se acabó el partido.

Como si de un púgil novato se tratara, el Liverpool se fue a la lona con el primer golpe conectado por el Sevilla después de haberse tirado todo el primer asalto tratando de noquear a su rival y no consiguiéndolo. En apenas 20 minutos, Coke anotó dos goles más para certificar el idilio del Sevilla con esta competición, de la que es el auténtico rey con cinco títulos. Eso sí, como hace dos ediciones cuando eliminó al Valencia en semifinales gracias a un gol en claro fuera de juego de dos metros, de nuevo necesitó de un empujón externo cuando peor le iban las cosas. Y así, claro, es todo mucho más fácil.

- Ficha técnica:

1 - Liverpool FC: Mignolet; Clyne, Lovren, Kolo Touré (Benteke, m.83), Alberto Moreno; Can, Milner; Lallana (Allen, m.73), Firmino (Oriji, m.69), Coutinho; y Sturridge.

3 - Sevilla FC: David Soria; Mariano, Rami (Kolodziejczak, m.77) Carriço, Escudero; N'Zonzi, Krychowiak; Coke, Éver Banega (Cristóforo, m.92), Vitolo; y Gameiro (Iborra,m.89).

Goles: 1-0, M.35: Sturridge. 1-1, M.46: Gameiro. 1-2, M.63: Coke. 1-3, M.70: Coke.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a los jugadores del Liverpool Lovren (m.30), Origi (m.72) y Clyne (m.94), y a los del Sevilla Vitolo (m.56) y Mariano (m.83).

Incidencias: Final de la Liga Europa disputada en el estadio St. Jakob Park, que se llenó con unos 35.000 espectadores, con amplia mayoría de seguidores del equipo inglés.