Está siendo muy convulso este final de temporada para el Castellón. Se quedó sin ascenso a Segunda B por un penalti y siete días después se abre la caja de Pandora con la renuncia de Kiko Ramírez a dirigir al equipo de la capital de la Plana, tras desestimar la oferta de renovación, y una hora y media más tarde se hizo pública la dimisión del director general, Jordi Bruixola, por las desavenencias con el presidente David Cruz.

Es más, Bruixola era de los pocos que defendió la continuidad del preparador Kiko Ramírez al frente del equipo. Las ofertas y contraofertas a la baja para renovar al técnico tarraconense, derivaron este sábado primero en el anuncio del entrenador de no aceptar la oferta de renovación. Así lo confirmó el máximo responsable de la plantilla en las redes sociales. Este domingo se despide de la afición dando una rueda de prensa.

Casi sin solución de continuidad ha llegado la dimisión del director deportivo Jordi Bruixola, con el que la coherencia se había instalado de nuevo en el Castellón allá por el 19 de abril cuando fue presentado por sorpresa. Pues 75 días después decidió abandonar su cargo (dimitir) por la desavenencia con la política tanto del presidente David Cruz como del secretario técnico Ramón Moya.

¿Y ahora qué? Pues la afición está de uñas y las redes sociales están que arden. Se pide la marcha del presidente y del secretario técnico. Todo esto ocurre a escasos dos o tres días de la presentación de la campaña de abonos. Un sector de la afición habla incluso de convocar una manifestación para protestar por la gestión del actual consejo de administración que capitanea el criticado David Cruz.