Leo Messi está viviendo con cierto desconcierto los últimos días. Junto a la derrota en la final de la Copa América Centenario y su deseo de abandonar la selección albiceleste tras otra desilusión con su país, su condena a 21 meses de cárcel (también a su padre) por defraudar a Hacienda 4,1 millones de euros ha dejado al futbolista tocado, generando un sentimiento de desconfianza. Tanto que ya no se fía ni siquiera del propio Barcelona, al que acusa de un agravio comparativo con respecto a Neymar y le reprocha que la campaña de #TodosSomosLeoMessi lo ha puesto más todavía en el disparadero. Es por eso que Leo empieza a plantearse cambios en su vida deportiva y está empezando a meditar que lo mejor sería no renovar su contrato que expira el próximo junio de 2018, como así aseguró en la madrugada de este lunes el programa ‘El partido de las 12’, de la Cadena COPE.

En 2018, sin ataduras, libre de contrato, el astro argentino podría firmar por el equipo que quisiera y hacerlo, además, por una cantidad económica desorbitada. En esta información se apunta que los últimos sucesos «le han golpeado tan fuerte que ha llegado el momento de pensar y de meditar su presente y su futuro, por lo que la primera conclusión a la que ha llegado es que está solo en esto». «Desde hace meses se siente acosado, perseguido y desprotegido. Ademas, Messi cree firmemente que alrededor de su figura se ha montado una campaña de desprestigio, una campaña orquestada desde la Hacienda Pública», añade la COPE. Leo tiene que volver a Barcelona el 25 de julio para viajar con el equipo al stage de Inglaterra, donde están previstos los tres primeros amistosos.

Josep Vives, portavoz del Barcelona, salió a defender la campaña #TodosSomosLeoMessi, al aseverar que es un acto de justicia con Messi y que van a mantenerla porque en ella no están defendiendo ningún delito fiscal. «Se ha levantado una controversia porque parece que estamos defendiendo un delito fiscal, pero no es así. Estamos defendiendo a una persona que está siendo tratada de una manera injusta», dijo Vives. «Cuando Leo firmó todos esos contratos tenía 19 años y es obvio que no conocía la mecánica, por lo que delegó la confianza en expertos. Cuando Hacienda vio irregularidades, Messi regularizó su situación pagando más de 50 millones. Luego, la Fiscalía no vio delito, mientras que la Abogacía de Estado sí, pero con un criterio totalmente diferente a otros casos similares. En el juicio hubo manifestaciones por su parte de menosprecio y humillación para Leo. Otras personas no han recibido este escarnio y esta situación no la podíamos tolerar», añadió Vives.