El grupo empresarial chino Citic Group ultima su entrada como socio mayoritario en el Celta de Vigo a través de la compra del paquete accionarial que posee el presidente Carlos Mouriño, que, por medio del Grupo Corporativo GES, tiene el 52,26 por 100 de los títulos del club. De confirmarse la venta, esta sería la segunda operación que el todavía presidente del Celta realizaría con el holding chino, ya que en el 2011 ya le vendió el 65 por 100 de las acciones que poseía en la empresa Gándara Censa de O Porriño.

Mouriño, que hizo fortuna en México, donde cuenta con un conglomerado empresarial que dirigen sus hijos, se convirtió en el máximo accionista del conjunto vigués en mayo de 2006 al adquirir el 39,84 por 100 de las acciones que hasta ese momento poseía el entonces presidente Horacio Gómez. El descenso deportivo a Segunda División esa misma temporada, lo que redujo notablemente los ingresos televisivos, y la elevada deuda de la entidad -cercana a los 85 millones de euros- obligaron a la junta directiva del Celta a solicitar el concurso de acreedores en junio de 2008, del que saldría un año después.

Tanto el presidente, a través de la sociedad Grupo Corporativo GES, como la entidad financiera Caixanova -ahora Abanca- aprovecharon dicho proceso para capitalizar el dinero que el club les adeudaba, 2,8 millones en el caso del presidente y 5,5 en el de la antigua caja de ahorros.

Con el equipo inmerso en una profunda crisis deportiva, en la asamblea de accionistas de diciembre de 2009, el presidente amplió su poder en el club al aprobar su junta directiva una drástica reducción de capital de un 83 por ciento -pasó de los 22,6 millones de euros tras la capitalización a 3,7 tras la reducción- .

Tras ese movimiento, llevado al juzgado por el grupo liderado por el exfutbolista argentino Diego Placente, Mouriño se mantuvo como accionista pero con sólo el 26,72 por ciento, porcentaje que acabaría ampliando hasta el 51,29 en mayo de 2014 tras comprarle a Abanca sus acciones por una cantidad que rondó los 5,5 millones de euros.Además, el presidente concedió dos créditos al Celta a través de sus empresas por valor de 8,1 millones de euros. En 2015 se estableció un plan de pagos para este crédito que contemplaba, por un lado, que se destinara a su pago el 20 por ciento de los beneficios por la venta de jugadores.

Y la otra medida que se adoptó fue que el conglomerado empresarial de Mouriño recibiese el 15 por ciento de "cualquier exceso" de 34.000.000 euros correspondiente a la suma de las partidas tipificadas como "cifra de negocios" y "otros ingresos", según se recoge en la memoria económica del club.