La etapa de Paco Alcácer en Barcelona no ha empezado de la mejor forma. Perdido, sin sitio y jugando a otro fútbol distinto al de sus compañeros. Su partido en Mönchengladbach rescató la peor versión del futbolista, que no entró en juego en ningún momento y que incluso desquició al resto de su equipo. Al que más a Luis Suárez, quien buscó en más de una ocasión asociarse con el delantero, aunque sin éxito. Además, para desgracia del de Torrent, tras marcharse del terreno de juego el cuadro de Luis Enrique comenzó a jugar bien y a disfrutar. De hecho remontó un partido que con el ´17´ culé estaba 1-0 en su contra y que tenía un desenlace preocupante para la entidad catalana.

Alcácer todavía no ha marcado gol con la camiseta del Barcelona y la del pasado miércoles era una ocasión perfecta para poder estrenarse, sin embargo acabó marchándose del terreno de juego con la cabeza mirando al césped y sin argumentos de peso para reivindicarse. Su primer contacto con el balón, en el minuto 17, se produjo tras robar el cuero a un rival. De espaldas a la portería y en su propio campo. Ese fue el escenario que se encontró el delantero en su carta de presentación en Alemania. Sus movimientos todavía no están integrados en el equipo y sus compañeros tratan de ayudarle explicándole dónde tiene que estar en cada momento. Lo intentó Suárez sin éxito y también Luis Enrique al descanso, quien no tuvo más remedio que cambiarle en la segunda parte para poder ir a por los tres puntos.

Con la entrada de Rafinha y de Arda Turan, el Barcelona remontó el partido y mostró otra cara, en la que todos los futbolistas se mostraron lógicamente integrados. Tras el partido, Mascherano pedía paciencia con Alcácer pero lo cierto es que el jugador de Torrent no ha demostrado ser hasta la fecha un recambio de garantías para la delantera culé.

En busca de Larsson

El Barcelona fue al mercado veraniego con la obsesión de hacerse con un cuarto delantero. La posibilidad de rotar a Messi, Neymar y Suárez era la máxima preocupación de un técnico que el curso pasado les agotó en la segunda parte de la temporada. Alcácer fue el elegido, pero los primeros partidos no dan la razón a una secretaría técnica que trató de ir a por un futbolista que aportara en todas las competiciones y que al mismo tiempo diera otro perfil. Hasta el momento Alcácer no ha gestionado bien la presión y ha demostrado que la sombra de Larsson, el último jugador número 12 que encandiló en la delantera azulgrana, es todavía demasiado alargada.

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