El 13 de noviembre de 2015 quedará marcado en Francia, y sobre todo en París, como una de las páginas más negras de su historia. El terror y el miedo cubrieron el cielo de la capital gala tras un ataque terrorista que dejó 137 muertos y que incluso pudo provocar muchos más. Mañana se cumplirá un año de una sangrienta noche que todavía tiene heridas abiertas y que ayer recibió el homenaje del deporte francés en el partido entre Francia y Suecia, precisamente en uno de los escenarios que fue objetivo de Daesh: Saint-Denis.

Concretamente, a las 21:20 varios terroristas intentaron explosionar sus chalecos bomba dentro del estadio pero finalmente y tras ver como la seguridad de Saint Denis detectaba movimientos extraños, acabaron activando su carga explosiva en los aledaños del feudo de la selección francesa. Un ruido que provocó el desconcierto entre los aficionados que había dentro y que, tras ver cómo se producían más ataques, obligó a desalojar el estadio. De hecho, cinco minutos después 15 personas fueron asesinadas en la terraza del bar 'Le Carrillon'.

Ese fue el inicio de una noche que acabó con la sala 'Bataclan' como epicentro de una masacre sin precedentes y que dejó imágenes estremecedoras. En la jornada de ayer, el Francia-Suecia vivió su particular homenaje con un minuto de silencio que terminó con aplausos en memoria de las víctimas de la tragedia de aquel 13 de noviembre de 2015.