Al grito de "El campeón volvió", decenas de miles de personas despidieron hoy a las víctimas del accidente aéreo de Colombia en el Arena Condá, el estadio del Chapecoense, el modesto equipo brasileño que se convirtió en un ejemplo de superación y cuya tragedia ha sacudido al país.

Pese a que la tristeza marcó la ceremonia, el público se unió para corear esa consigna cuando el conductor del acto prometió que el Chapecoense se va a "reconstruir" con "la pasión verde y blanca" y con "la alegría, la fe y la esperanza que representaban estos jugadores".

Como sucedió el miércoles, día en que debía disputarse la final de la Copa Sudamericana entre el Chapecoense y el Atlético Nacional, los jugadores de las categorías inferiores saltaron al césped del Arena Condá para mostrar que aún hay esperanza y futuro en este modesto club brasileño, de 43 años de vida.

"Saldremos de aquí todos victoriosos, porque somos Brasil, somos Colombia, somos todas las naciones y todos los credos", dijo el obispo de Chapecó, Odelir Jose Magri, quien leyó un mensaje solidario enviado por el papa Francisco cuando se conoció el accidente.

Los restos mortales de 50 de las 71 víctimas del accidente ocurrido el 28 de noviembre habían llegado a primera hora al aeropuerto de Chapecó (sur de Brasil), donde fueron recibidos con honores militares en una breve ceremonia encabezada por el presidente, Michel Temer.

Militares trasladan el féretro de un fallecido. Foto: Reuters

El mandatario, que solo tenía previsto intervenir en este acto, finalmente participó en el homenaje colectivo en el estadio, después de recibir las críticas de algunos familiares de las víctimas sobre su ausencia.

"Un héroe no muere, se convierte en leyenda"

Pese a la lluvia, miles de personas acompañaron el paso de la comitiva fúnebre hasta el estadio del Chapecoense, donde retumbaron las notas del himno nacional para dar paso a la emotiva despedida de la afición a sus jugadores, que se prolongó durante más de tres horas.

"En la alegría y en la pena, mi huracán, tú eres siempre un vencedor", rezaba una enorme pancarta colocada en el estadio, sembrado de banderas, fotografías y carteles con los colores verde y blanco -los del Chapecoense - y la consigna "Un héroe no muere, se convierte en leyenda".

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La afición del Chapecoense honra a los jugadores fallecidos

El accidente se produjo en la noche del lunes en las proximidades de Medellín y provocó la muerte de 71 de los 77 ocupantes del avión, en su mayoría miembros del club y periodistas que iban a cubrir el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana de fútbol que el Chapecoense debía jugar contra el Atlético Nacional de Colombia.

Para todos hubo hoy un recuerdo en el Arena Condá, con la lectura de cada uno de los nombres de las víctimas en una ceremonia marcada por la tristeza y la sencillez.

Flores, globos blancos y la presencia de un niño con un penacho de plumas -símbolo del club- evocaron a los "guerreros" de Chapecó.

La ceremonia rindió también tributo a Colombia y a la afición del Atlético Nacional de Medellín por la sentida despedida de la afición colombiana a las víctimas.

El alcalde de Chapecó, Luciano Buligon, entró en el campo con una camiseta del Atlético Nacional y aseguró que los brasileños "nunca olvidarán lo que Colombia hizo por el Chape".

"Gracias a la solidaridad, la caridad y la fraternidad del pueblo; además por su extrema competencia a la hora de trabajar por el ser humano, pudimos tener la dignidad de traer a nuestra tierra los cuerpos de las víctimas", dijo.

En el campo también se dieron cita figuras internacionales del fútbol, como el presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Gianni Infantino; los exfutbolistas Luis Figo y Carles Pujol; y el jugador del Real Madrid Lucas Silva.

La "Marcha Fúnebre" de Verdi y las salvas militares anunciaron el final del homenaje, que terminó con el público en pie coreando el "Vamos, vamos, Chape", la consigna que gritaban los jugadores en vestuarios para celebrar su pase a la final de la Copa Sudamericana y su boleto para Medellín.